Habla de la interacción entre elementos globales, nacionales e intraurbanos como determinantes de la primacía urbana en América Latina, entendiendo como primacía urbana al hecho de que las principales ciudades latinoamericanas parecen relativamente grandes cuando se comparan con los sistemas urbanos a los que pertenecen, una característica que por ejemplo no ocurre en países asiáticos con un nivel de ingreso similar.