Working Paper
La gran mayoría de las ciudades en México y otros países latinoamericanos se han expandido sobre suelo informal. La escasez de suelo formal a un precio accesible y en cantidades suficientes para que la población de escasos recursos construya una vivienda, ha propiciado relaciones clientelares entre la población de escasos recursos y los funcionarios públicos en turno. Dichas relaciones han servido como plataformas a los partidos políticos, para acceder y mantenerse en el poder. Asimismo, a través del mercado informal del suelo se han enriquecido innumerables líderes e intermediarios. En gran parte por estas razones, los mercados de suelo urbano en la región se caracterizan por la gran extensión y la oferta ininterrumpida de suelo irregular durante más de medio siglo. Esto sucede a pesar de las desventajas que ello conlleva para las condiciones de vida de la población y el ordenamiento territorial.
El caso de la ciudad de Aguascalientes en México es una importante excepción, pues muestra que, a pesar de que el estado registra un rápido crecimiento poblacional, es posible ofrecer suelo legal sin cambiar los límites estructurales impuestos por la escasez de recursos del sector público y de la población. Este caso es un ejemplo de que se puede establecer un procedimiento legal de acceso a suelo formal a través de políticas públicas adecuadas, aun cuando el mercado informal ofrezca mejores condiciones de venta. En Aguascalientes, a diferencia de otras ciudades mexicanas, y latinoamericanas, los asentamientos irregulares ocuparon en la época del estudio (1981 a 1998) sólo una mínima fracción de la mancha urbana de la capital y de las principales cabeceras municipales del estado.
Para lograr que la expansión urbana se diera principalmente sobre suelo formal en el estado, se combinaron dos políticas públicas centrales; ambas contribuyeron de manera determinante al éxito de Aguascalientes como un modelo nacional en planeación urbana. Una de ellas fue la constitución de reservas territoriales; otra fue la constante oferta de suelo barato servido y diversas acciones de vivienda para la población de escasos recursos. Otras políticas complementarias que contribuyeron al éxito fueron, por un lado la política deliberada de introducir un nivel menor de servicios a los asentamientos irregulares (ver imagen 1); y por otro, disuadir a los líderes que vendían suelo en lugares que carecían de permiso para urbanizar, o en zonas de riesgo (considerando que los riesgos se pueden estimar tomando en cuenta diversos factores como, la vulnerabilidad que se tiene frente a una amenaza, el tipo de amenaza, el grado de exposición a una amenaza, etc., ver Brooks 2003); pero sin reprimir a los compradores.
Keywords
Development, Housing, Local Government, Planning, Poverty, Public Policy, Urban, Urban Development, Urban Upgrading and Regularization