President's Message

Cómo conectar teoría y plásticos

Por George W. McCarthy, December 18, 2024

“Solo quiero decirle una palabra.
Solo una palabra”.
“Sí, señor”.
“¿Está escuchando?”
“Sí”.
“Plásticos”.
“¿A qué se refiere exactamente?”.
“Hay un gran futuro en los plásticos.
Piénselo. ¿Lo pensará?”.

Me disculpo con mis amigos millennials, pero es inevitable delatar mi edad con este ejemplo emblemático de consejo no solicitado que le dio McGuire a Benjamin en El graduado. Captura lo que más me molesta de los think-tanks sobre políticas: el hábito de proporcionar consejos no solicitados al por mayor. Los think-tanks a menudo evocan preguntas que presumen relevantes, las analizan y, luego, distribuyen recomendaciones de políticas a audiencias desconocidas.

No hay nada menos atractivo que un consejo no solicitado, y los consejos no solicitados sobre políticas, incluso cuando tienen buenas intenciones, socavan el trayecto de resolución de problemas del destinatario y, a menudo, generan frustración. El consejo se suele centrar en el resultado deseado, no en el proceso que se debe emprender para llegar allí. Incluso peor, quien da el consejo no tiene ninguna responsabilidad por el resultado. Al ofrecer soluciones sin inversión, quien da el consejo no arriesga nada, mientras que el receptor lidia con las posibles consecuencias de actuar según el consejo. ¿Cómo se esperaba exactamente que Benjamin manifestara el potencial de los plásticos?

Se nos conoce por hacer esto en el Instituto Lincoln. Tomemos el ejemplo de la recuperación de plusvalías del suelo: Durante décadas, hemos aconsejado a los gobiernos locales que utilicen esta herramienta de financiamiento basada en el suelo para movilizar renta que pueda ayudar a pagar la infraestructura urbana. Hemos sugerido a los financiadores municipales que suscriban préstamos contra la renta futura capturada de los incrementos del valor del suelo. Hemos escrito documentos para presentarles el concepto a los gobiernos y los financiadores, descrito múltiples herramientas de recuperación de plusvalías del suelo que pueden usar y producido estudios de casos de buenas prácticas en lugares como San Pablo. Pero, a menudo, no nos hemos acercado a los profesionales para ayudarlos a decidir qué herramientas de recuperación de plusvalías del suelo son las mejores para sus circunstancias y aprender con ellos a medida que las adoptan y las implementan. Eso está por cambiar.

Antes de explicar cómo, permítanme señalar que otro tipo de consejo inútil son las “buenas prácticas”. Defender “buenas prácticas” para resolver problemas sociales, económicos o medioambientales complejos ignora el contexto del desafío en cuestión, no tiene en cuenta los recursos o capacidades de las personas y organizaciones que intentan adaptar el enfoque exitoso de alguien más y, a menudo, genera frustración e ineficiencia cuando la solución prescrita no se alinea con la realidad. La idea de las buenas prácticas ahoga la innovación y la creatividad, desalienta la exploración y la experimentación y suele pasar por alto soluciones más apropiadas y eficaces. Y, en todo caso, ¿quién sabe si la práctica es “buena“?

El mundo es dinámico y el contexto importa. Confiar solo en las normas establecidas promueve la aceptación pasiva en lugar de fomentar un entorno en el que las personas cuestionan las suposiciones y se involucran de forma activa en la resolución de los problemas. En lugar de adherirse ciegamente a las “buenas prácticas”, una mejor estrategia para abordar problemas complejos radica en comprender el contexto y adoptar un enfoque basado en principios. Esto defiende la adaptabilidad y fomenta soluciones personalizadas para abordar los matices únicos de cada desafío. Obliga a las personas a sopesar varias opciones y tomar decisiones informadas basadas en la evidencia y la lógica.

Entonces, ¿cómo se relaciona esto con el trabajo del Instituto Lincoln? Este otoño, con nuestro socio Claremont Lincoln University (CLU), lanzamos el programa Lincoln Vibrant Communities. Este nuevo proyecto encarna nuestras mejores ideas sobre cómo atravesar la brecha entre la teoría y la práctica. Prioriza el liderazgo, la acción, la colaboración y los resultados tangibles. Es una iniciativa audaz e innovadora que busca transformar la forma en que trabajamos, aprendemos y actuamos juntos para resolver los desafíos apremiantes que enfrentan las ciudades de todos los tamaños.

Muchas comunidades, en particular las que enfrentan dificultades económicas, carecen de la capacidad (recursos financieros y humanos) para implementar planes de desarrollo ambiciosos. La burocracia, las regulaciones obsoletas y las estructuras de poder muy arraigadas impiden el progreso y reprimen la innovación. Con frecuencia, la falta de confianza entre los residentes y los dirigentes locales, junto con las limitadas oportunidades de participación significativa, socavan la eficacia de las iniciativas de desarrollo. La mayoría de las veces, la presión para producir resultados inmediatos hace que los profesionales se centren en soluciones rápidas en lugar de soluciones sostenibles a largo plazo.

En las próximas décadas, capacitaremos a una nueva generación de dirigentes y los equiparemos con las habilidades, las herramientas y los recursos para transformar sus ciudades. Ayudaremos a estos dirigentes a involucrar a equipos intersectoriales en sus comunidades que puedan trabajar con los residentes a fin de ser dueños de su propio futuro mediante la resolución colectiva de problemas complejos. Lincoln Vibrant Communities proporcionará la capacitación, las herramientas, los recursos y el apoyo necesarios para convertir las ideas en realidad. Y tenemos la intención de realizarlo a escala.

Nuestra nueva iniciativa se inspira en los mejores programas de capacitación de desarrollo del liderazgo y basados en desafíos que hemos visto, incluidos los programas Fulcrum Fellow y Community Catalyst del Centro para la Inversión Comunitaria y el programa Achieving Excellence de NeighborWorks America. Se basa en los superpoderes tanto de CLU como del Instituto Lincoln, ya que adapta el plan de estudios de formación para el liderazgo de CLU y se sustenta en la vasta fuente de investigación, herramientas políticas y experiencia del instituto.

Lincoln Vibrant Communities comienza con la identificación y la capacitación de dirigentes emergentes de diversos orígenes y sectores. Estas personas completarán un programa intensivo de desarrollo para el liderazgo de seis meses centrado en comprender las complejidades de los desafíos urbanos, potenciar las habilidades para el liderazgo colaborativo, desarrollar capacidades de planificación e implementación estratégica y aprender a aprovechar los activos y recursos de la comunidad. Después de completar la capacitación, estos dirigentes regresarán a sus respectivas ciudades y reclutarán equipos diversos de personas que representen a los sectores público, privado y ciudadano. Esta colaboración intersectorial es vital para abordar desafíos complejos que exigen soluciones multifacéticas.

Cada equipo identificará un desafío importante al que se enfrenta su ciudad. Esto podría abarcar una gama de problemas, desde la revitalización económica y la vivienda asequible hasta la sostenibilidad medioambiental y la seguridad pública. Luego, los equipos regresarán para recibir capacitación integral en equipo durante seis meses adicionales, lo cual les dará herramientas y políticas desarrolladas por el Instituto Lincoln. Esta capacitación proporcionará un marco para enfrentar sus desafíos y construir soluciones sostenibles. Con la guía de formadores experimentados, los equipos elaborarán planes de acción detallados. Luego, los equipos regresarán a sus comunidades y se embarcarán en la aventura de implementar sus planes. A lo largo de este proceso de 18 meses, los equipos recibirán apoyo continuo y, lo más importante, asesoramiento del programa para garantizar que no se desvíen y que superen cualquier obstáculo que puedan encontrar.

Lincoln Vibrant Communities tiene el potencial de revolucionar el campo del desarrollo comunitario y económico. Al atravesar el espacio entre la teoría y la práctica y empoderar a los dirigentes locales para que actúen, el programa está diseñado para producir mejoras concretas en las ciudades participantes. Al enfrentar los principales desafíos con determinación, los equipos harán una diferencia real en las vidas de los residentes locales. Además, el programa desarrollará la capacidad de los dirigentes y las comunidades locales para diseñar soluciones para desafíos complejos que puedan implementarse una y otra vez. Las habilidades y el conocimiento adquiridos a través de Lincoln Vibrant Communities tendrán un impacto duradero, lo que permitirá a las comunidades continuar progresando mucho después de que concluya el programa.

Este programa culminará en una red creciente y curada de solucionadores especializados de problemas comunitarios. Nuestro enfoque cultiva la innovación al priorizar la comprensión y la adaptación sobre la implementación de memoria. Fomenta un espíritu de aprendizaje continuo al incitar a las personas a reflexionar sobre sus experiencias y perfeccionar sus estrategias de resolución de problemas. Lincoln Vibrant Communities no se trata solo de resolver problemas, sino de construir un movimiento de dirigentes empoderados que se comprometan a crear ciudades vibrantes, sostenibles y equitativas. Al cerrar la brecha entre teoría y práctica, podemos liberar todo el potencial de nuestras comunidades y crear un futuro más próspero para todas las personas.

 


George W. McCarthy es presidente y director ejecutivo del Instituto Lincoln de Políticas de Suelo.

Imagen principal: El programa Lincoln Vibrant Communities está diseñado para dotar a los responsables de la formulación de políticas locales de la capacidad y la convicción para abordar problemas sociales, ambientales y económicos complejos. Crédito: Claremont Lincoln University (CLU).