City Tech

Realidad aumentada y urbanismo

Por Rob Walker, June 16, 2025

El año pasado, la Autoridad de Tránsito de Ohio Central (COTA, por sus siglas en inglés) se propuso obtener la aprobación de los votantes para un nuevo impuesto. El impuesto financiaría un plan de transporte público en Columbus llamado LinkUs, que incluía un nuevo corredor rápido para autobuses. Para presentar su caso, la agencia necesitaba ayudar a los funcionarios y al público a visualizar los cambios positivos que esto podría traer al corredor, los barrios adyacentes y la experiencia de transporte. Es un desafío conocido, pero la estrategia de COTA incluía un componente inusual: la tecnología de realidad aumentada (RA).

Durante años, los artistas y diseñadores de juegos le han dado un uso creativo a la RA, que superpone capas de imágenes digitales sobre las vistas del mundo real que se observan mediante teléfonos, auriculares y otros dispositivos. En juegos populares, como Pokémon Go, se observa el mundo a través de la pantalla del dispositivo y, de repente, el entorno físico está habitado por criaturas animadas y otros objetos digitales. Pero la RA también puede utilizarse para superponer visualizaciones de elementos cívicos en espacios de la ciudad: arte público, monumentos e incluso infraestructura de transporte.

“Se estaban haciendo muchas presentaciones en la comunidad a través de PowerPoint o en forma de presentaciones empresariales”, recuerda Aslyne Rodriguez, directora sénior de Asociaciones Estratégicas Regionales de COTA. “Sin embargo, existía la necesidad y el deseo de una experiencia más tangible”. El corredor planeado solo era una carretera. ¿Cómo involucrar a los ciudadanos con lo que podría ser su futuro? “Era importante que las personas supieran cómo se ve el transporte rápido en autobús, pero también queríamos mostrarles lo que sucede cuando se incorpora transporte rápido en autobús”, continúa Rodriguez. “Aparecen nuevos desarrollos, nuevos negocios, nuevos supermercados. Y [el proyecto incluía] sendas para bicicletas protegidas y conexiones a senderos. Era un mensaje muy grande”.

Aprender sobre RA llevó a COTA a inCitu, una empresa de tecnología con sede en Nueva York que ha producido diversas experiencias de RA. Con socios adicionales, incluida la firma de compromiso estratégico MurphyEpson, el equipo identificó sitios clave en la ruta actual de autobús e ideó un recorrido inmersivo: los participantes escanearían un código QR, y eso activaría representaciones mejoradas con RA de los planes. Se realizaron recorridos en autobús guiados e inmersivos dos veces por semana durante seis meses, a los que asistieron cientos de partes interesadas de la comunidad. Además, los socios colocaron códigos QR en las paradas de autobús existentes y otros puntos de la ruta para hacer que la propuesta de RA fuera todavía más accesible para aquellos que no podrían participar en el recorrido guiado. Los votantes aprobaron el financiamiento del plan.

COTA también utilizó métodos tradicionales de participación, como reuniones y presentaciones comunitarias, y un impulso en las redes sociales (el alcalde incluso publicó una selfie en la versión con RA de una nueva estación de transporte público). Pero esta forma de inmersión digital ofrecía una experiencia de participación distinta. “Hay algo de magia en escanear un código QR, levantar el teléfono y ver el futuro”, dice la fundadora y directora ejecutiva de inCitu, Dana Chermesh-Reshef.

Los participantes en una excursión a pie de proyectos aprobados en Brooklyn, Nueva York, le echan un vistazo al futuro con sus teléfonos. Crédito: inCitu.

La exitosa experiencia de COTA se citó en un informe de diciembre de 2024 del Urban Tech Hub en el Instituto Jacobs de Cornell Tech, donde se exploraban las posibilidades de la RA para los municipios. Pero esas mismas posibilidades también pueden presentar desafíos: consideremos las interrupciones causadas por el uso de viajes compartidos, los alquileres a corto plazo y las tecnologías de ciudades inteligentes, dice Greg Lindsay, autor del informe y exbecario de tecnología urbana en Urban Tech Hub. (Lindsay escribió el epílogo para el libro City Tech del Instituto Lincoln y dio un discurso en una reunión reciente del Instituto Lincoln sobre política de suelo y digitalización).

Un edificio más alto es visible en la pantalla en este prototipo de realidad aumentada creado para un proyecto en Manhattan. El prototipo obtuvo mas de 100.000 visitas. Crédito: inCitu.

Lindsay argumenta que, en esencia, la RA es una nueva forma de usar los espacios públicos mediante el agregado de capas digitales, lo que podría plantear preguntas sobre cómo se debe supervisar o regular este contenido, y quién terminará estableciendo esos términos: las plataformas tecnológicas, las ciudades u otra entidad. Para Lindsay, el desafío para las ciudades es el siguiente: “¿es posible anticipar mejor las interrupciones y evitarlas?”.

Por eso, una de las recomendaciones del informe de Lindsay es que las ciudades deberían estar abiertas a experimentar con la RA más temprano que tarde, a fin de desarrollar cierto nivel de comodidad con la tecnología, incluso si los posibles casos de uso no están definidos por completo. Si bien COTA proporciona un ejemplo sorprendente del uso de la RA de una manera que tuvo consecuencias directas sobre el uso del suelo, Lindsay dice que las colaboraciones con artistas, educadores y grupos cívicos también pueden cumplir una función. Este año, Bloomberg Philanthropies, el Departamento de Parques de Nueva York y la Fundación Christo y Jeanne-Claude presentaron una versión de realidad aumentada de la famosa instalación de los artistas de 2005, The Gates, que vuelve a presentar, de forma digital, los 7.500 paneles de color azafrán de la obra en Central Park. Y el artista Marcus Brown usó la RA para crear una instalación digital alrededor de Nueva Orleans, mediante el mapeo y la representación de la historia del comercio esclavista en esa ciudad. Las posibilidades, según los promotores de la RA, son casi infinitas.

Estas tecnologías emergentes tienen un potencial considerable para mejorar las ciudades, argumenta Chip Giller, cofundador y director ejecutivo de Agog: El Instituto de Medios Inmersivos. “La narración de historias puede volverse tridimensional y las herramientas de planificación pueden volverse tridimensionales”, agrega. “Entonces, en lugar de solo usar un charrette o un modelo de computadora, uno podrá adentrarse en lo que podría ser el futuro”. Agog trabaja con creadores y dirigentes de organizaciones sin fines de lucro para “aprovechar el poder de la realidad extendida”, o RX, un término que abarca la RA y las tecnologías adyacentes.

Y eso puede traducirse en la realidad verdadera. Uno de los socios de Agog, la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés), se encuentra en el tercer año de un ambicioso proyecto para reimaginar y redesarrollar 14 parcelas vacantes en Los Ángeles que pertenecen a Caltrans, la secretaría de tránsito de California. ASU está “adoptando” las parcelas, para las cuales Caltrans no tenía planes, bajo el programa Adopt-A-Highway de la agencia. Con la ayuda de otros socios, incluida la profesora de Los Angeles Trade Tech Marcela Oliva y el Collaboratorium, el programa de Narrativa y Medios Emergentes de ASU está utilizando la tecnología para ayudar a involucrar a los miembros de la comunidad en los planes para la urbanización de los sitios, dice Nonny de la Peña, directora del programa de ASU y pionera en la narración digital inmersiva.

Muchos de los lotes son adyacentes a la carretera y su ubicación y tamaño son incómodos, y algunos han pasado a ser lugares para verter residuos y pintar grafitis. El objetivo es utilizar la RA y otras tecnologías de inmersión para planificar nuevos usos, dice de la Peña, “para reverdecer [los espacios], convertirlos en parques”. Un espacio junto a la autopista 110 que atraviesa el centro de la ciudad, no muy lejos del campus satélite de ASU, se convirtió en un jardín y parque comunitario, y la asociación comenzó a intervenir un segundo espacio y estaba eligiendo un tercero este año.

Como explica de la Peña, el proyecto consiste en crear un gemelo digital tridimensional de cada sitio con el que los estudiantes, los residentes y las partes interesadas puedan experimentar para darle forma a lo que podría llegar a ser el espacio. “Incluso antes de actualizar el aspecto físico del sitio, estamos trabajando con la comunidad para enseñarles algunas habilidades básicas para crear modelos 3D”, dice Sultan Sharrief, investigadora de ASU y autodenominada científica de medios en el programa de de la Peña. “Estamos proporcionando las herramientas y el tipo de estructura, por ejemplo, ¿cómo creamos la biblioteca digital de plantas que podrán crecer en estos espacios para que luego puedan diseñar con esto en mente?”. Ahora, están incluyendo sensores en el primer sitio para mantener el gemelo digital actualizado a fin de que los miembros de la comunidad puedan seguir ajustando el espacio. “Esto recién comienza”, indica de la Peña.

La empresa que ayudó a incorporar la RA en el esfuerzo de planificación de Columbus, inCitu, está involucrada en proyectos en Phoenix, Nueva York y otras ciudades. En Washington, DC, la compañía trabaja con las oficinas de planificación y tecnología, y está comenzando a trabajar en una iniciativa de revitalización del centro en Myrtle Beach. Además, ahora brinda una plataforma basada en la Web llamada inCituAR, cuyo diseño permite a los planificadores y arquitectos experimentar directamente con la tecnología y sus capacidades.

Sin embargo, al final del día, “no se trata de lo genial de la tecnología”, comenta Chermesh-Reshef, “se trata del hecho de que esta tecnología en verdad permite una participación sencilla”. Los proyectos más prometedores, agrega, intentan abordar uno de los desafíos y aspiraciones más conocidos y antiguos de la planificación: “Nuestra meta es fomentar mejores conversaciones”.


Rob Walker es el autor de Tecnociudad: 20 aplicaciones, ideas e innovadores que cambian el panorama urbano y The Art of Noticing. Conozca más de sus trabajos en robwalker.substack.com.

Imagen principal: La realidad aumentada ayuda a la persona con la tableta a visualizar el desarrollo de viviendas sostenibles propuesto en el Bronx, Nueva York. El edificio que se ve detrás de las personas en la pantalla reemplaza los autos estacionados en el fondo verdadero. Crédito: inCitu.