Con una población de casi 33 millones y en crecimiento, Delhi es la segunda área metropolitana más grande del mundo después de Tokio, y va en camino a ser la número uno. Shelly Oberoi, de 39 años, fue elegida como alcaldesa de la Corporación Municipal de Delhi (MCD, por su sigla en inglés), un órgano gubernamental que representa a unos 20 millones de esas personas, a principios de 2023. Oberoi, que nació en la ciudad capital, recibió el cargo de vicepresidenta del ala de las mujeres del Partido anticorrupción Aam Aadmi antes de convertirse en concejala del distrito electoral en 2022. Oberoi, quien tuvo que candidatearse para el cargo de alcaldesa varias veces debido a desafíos electorales parlamentarios, prometió que “Delhi se limpiará y transformará” durante su mandato. Fue profesora adjunta en la Universidad de Delhi y el Instituto Narsee Monjee de Estudios de Gestión, y es la autora de muchos trabajos de investigación sobre responsabilidad social corporativa, finanzas globales y otros temas.

Anthony Flint: En la última década, usted es la primera alcaldesa que debe supervisar toda la ciudad central de Delhi, después de la reunificación de la corporación municipal. ¿Qué tipo de desafíos y oportunidades trae aparejados esta situación para el gobierno?

Shelly Oberoi: Gobernar la Corporación Municipal de Delhi (MDC) después de su unificación trajo consigo una cantidad de grande desafíos y oportunidades. Por un lado, la centralización de los poderes permite una optimización en la toma de decisiones, una mayor rendición de cuentas y una mejor colaboración entre todos los departamentos. Si bien la centralización permite mejorar la eficiencia, también requiere una planificación minuciosa para asegurar una distribución equitativa de los recursos destinados a satisfacer las necesidades diversas de diferentes áreas dentro de Delhi. Equilibrar estas necesidades y optimizar la asignación de recursos es un desafío considerable que estamos analizando en este momento. Por el otro lado, la unificación también nos ofreció una oportunidad para el alineamiento de políticas. Ahora, con una corporación municipal unificada, podemos alinear políticas y regulaciones en todas las áreas de Delhi. El alineamiento de políticas nos permite afrontar problemas como la educación, el impuesto a la propiedad y las nuevas iniciativas de una forma coordinada, lo que conduce a una planificación y un desarrollo civil más efectivos en toda la ciudad. Esto permite una implementación consistente de reglas y regulaciones, lo que nivela el campo de juego, y garantiza justicia y transparencia en la gobernanza.

AF: Cuando la nombraron, dijo que trabajaría “para que Delhi sea la ciudad que debería haber sido”, ¿cómo es esa visión, y cuáles son los mayores obstáculos para alcanzarla?

SO: Mi visión para Delhi se basa en las 10 garantías del Partido Aam Aadmi, como anunció el primer ministro y coordinador nacional, Arvind Kejriwal. Estas garantías reflejan las aspiraciones de las personas que priorizan el bienestar general de la ciudad. Visualizamos una Delhi bella y limpia, libre de la plaga de vertederos, en la que los sistemas de gestión de residuos se optimicen y que promueva la limpieza en toda la ciudad. Estamos estableciendo una cultura de transparencia y rendición de cuentas, lo que asegura una Corporación Municipal de Delhi libre de corrupción. Además, nuestra visión prevé una solución permanente al problema de estacionamiento a través de sistemas de gestión eficientes y un abordaje para el problema de los animales vagabundos con medidas sostenibles y compasivas. Además, aspiramos a tener calles bien mantenidas que prioricen la seguridad y un flujo de tráfico tranquilo, lo que mejorará la experiencia general para los residentes que se trasladan a diario para trabajar.

El trabajo del gobierno estatal del Partido Aam Aadmi en Delhi ya está teniendo repercusiones en términos globales, en especial en las áreas de educación y salud. El primer ministro, Kejriwal, ha dirigido revoluciones en el escenario de la educación pública y los sectores de salud pública de India. Las personas han empezado a creer que se puede confiar en los servicios del gobierno, que pueden ofrecerles el mismo estándar de servicios sin costo que los servicios privados ofrecen a precios exorbitantes.

Aprovechando este impulso, estamos trabajando con un foco especial en transformar escuelas y hospitales en centros de excelencia. Además, estamos mejorando los parques en toda la ciudad, creando espacios verdes para que la ciudadanía disfrute. En la búsqueda de un cambio favorable, estamos asegurando salarios uniformes para los trabajadores y ofreciéndoles un mejor ambiente dentro de la MCD para promover la seguridad laboral y construir una fuerza de trabajo motivada. También pretendemos simplificar el proceso de obtención de licencias para comerciantes, crear un ambiente de negocios acogedor y establecer áreas de ventas designadas para los vendedores ambulantes.

Sin embargo, reconocemos los desafíos que presentan la urbanización rápida, las restricciones presupuestarias, el compromiso de las partes interesadas y la coordinación entre diferentes agencias. Al reconocer estos desafíos y analizarlos proactivamente, podemos trabajar para lograr que Delhi sea la ciudad que siempre debería haber sido: una metrópolis sostenible, inclusiva y próspera de la que sus residentes se enorgullezcan como su hogar, y, sobre todo, la capital número uno del mundo.

AF: Respecto de la calidad del aire, asunto sobre el que documentales como Todo lo que respira llamaron la atención a nivel internacional, ¿qué soluciones hay a corto plazo? ¿Podría comentar también sobre su mirada con relación a la basura y los vertederos? Los dos temas se relacionan, en el sentido de que la nueva planta que transforma los residuos en energía, aparentemente, ayudará a solucionar un problema a la vez que contribuirá aún más contra la contaminación del aire.

SO: La calidad del aire es, realmente, una preocupación apremiante para Delhi, y enfrentarla requiere un abordaje multifacético que incorpora soluciones tanto a corto, como a largo plazo. No obstante, el aire no pertenece a ninguna frontera geográfica; muchos de los factores que surgen en nuestros estados vecinos tienen un efecto negativo sobre Delhi. Por tanto, el desafío requiere un abordaje coordinado y conjunto de todas las partes interesadas, incluido el gobierno central y los gobiernos estatales vecinos.

El gobierno de Delhi está coordinando un esfuerzo de gran escala para reducir la contaminación del aire a través de sus Planes de Acción de Verano y Primavera. Por consiguiente, escoge soluciones a corto y largo plazo como parte de estos planes de acción, ya sea detener la contaminación por el polvo y la contaminación industrial, lo que mejora la gestión de residuos sólidos, o realizar estudios de distribución de fuentes en tiempo real. Con estos planes de acción, a la MCD se le delegó la responsabilidad de mantener un control de los factores bajo su dominio y de custodiar rutas pequeñas bajo su dominio. El gobierno estatal celebra reuniones periódicas de revisión, y la MCD extendió su apoyo incondicional para ayudar con estos esfuerzos. También es importante destacar que, debido a estos esfuerzos, ya se observó un cambio favorable en la contaminación del aire en Delhi.

Con respecto a la basura y los vertederos, estamos trabajando de forma activa en la mejora del sistema de gestión de residuos sólidos de la ciudad por medio del fomento de la segregación de residuos, instalando estaciones de transferencia de compactadores fijos y cerrando basurales barriales. Además, establecimos un plan para eliminar los tres vertederos de basura de la ciudad. Respecto a esto, estamos en camino a limpiar por completo el vertedero Okhla para fines de este año, y Bhalswa para la primera mitad del año próximo. El estado estableció estos objetivos como parte de un abordaje enfocado en limpiar la ciudad, y el primer ministro Kejriwal ha estado supervisando el progreso diario para fortalecer aún más el propósito de la MCD en pos de esta misión.

AF: ¿Existe alguna política en los trabajos para abordar la congestión de tráfico notoria en la ciudad? ¿Cómo se adapta esto a su plan integral de mejorar la infraestructura y hacer que la ciudad sea más resiliente?

SO: El tráfico está, en su mayoría, fuera del alcance de la MCD. En Delhi, el órgano municipal solo protege las rutas menos importantes y los caminos vecinales, de cuyo mantenimiento nos estamos ocupando con el mayor compromiso desde que tomamos el mando. Junto con la ayuda de nuestros consejeros y ciudadanos locales, estamos identificando todas las rutas y caminos que necesitan algún tipo de reparación y asegurándonos de que la tarea se realice. A un nivel más amplio, el Departamento de Obras Públicas y el Departamento de Transporte del gobierno de Delhi están haciendo un gran trabajo en la reducción de la congestión del tráfico en la ciudad por medio de la mejora de la infraestructura existente, la construcción de pasos sobre nivel y bajo nivel, y la incorporación de autobuses eléctricos.

AF: El área metropolitana de Delhi, con una población de casi 33 millones y con un crecimiento de casi el 3 por ciento anual, parece merecer una forma más centralizada de gobierno. ¿Existe alguna oportunidad de reforma que permita a los alcaldes de India gestionar sus ciudades como lo hacen los dirigentes en las principales ciudades de otras partes del mundo?

SO: En principio, reconozco la necesidad de reformas que empoderen a los dirigentes de la ciudad para que puedan gestionar con eficacia sus ciudades, de forma similar a los modelos de gobiernos observados en las principales ciudades del mundo. Sin embargo, la estructura de gobierno actual en India tiene sus limitaciones, que respetamos, y preferimos reflexionar dentro de nuestro propio paisaje. En teoría, siempre existe una oportunidad de reforma y exploración de modelos alternativos. Podemos explorar potenciando la capacidad de la alcaldía y las autoridades a través de programas de capacitación, el intercambio de conocimientos y la colaboración con las instituciones internacionales de gestión de ciudades que pueden equiparlas con las habilidades y la experiencia necesarias para dirigir y gestionar sus ciudades con eficacia. Además, podemos promover modelos de gobierno colaborativo que impliquen la participación activa de la ciudadanía, las organizaciones de la sociedad civil, y otras partes interesadas, para facilitar una mejor toma de decisiones y asegurarnos de que se representen de forma adecuada las preocupaciones e intereses de los residentes de la ciudad.

Anthony Flint es miembro sénior del Instituto Lincoln de Políticas de Suelo, editor colaborador de Land Lines y conductor del pódcast Land Matters.

Imagen principal: Con Delhi en camino a convertirse el área metropolitana más grande del mundo, los dirigentes de la ciudad están fomentando una participación ciudadana más activa. Crédito: PRABHASROY via iStock Editorial/Getty Images Plus.

A recent study from the Lancet found that by the start of the next century, more than half of all births will occur in sub-Saharan Africa. Thanks to higher fertility rates and longer life expectancies, the continent’s population is on track to nearly double to 2.4 billion by 2050, then nearly double again, to 4.2 billion by 2100.

Within Africa, intermediary cities (noncapital cities, typically with a population of 1 million or fewer) are the fastest growing urban places. Between 2022 and 2030, intermediary cities are expected to account for nearly 50 percent of Africa’s overall urban population growth, and this growth will occur largely in cities that currently have fewer than 1 million people. For example, Zinder, the third-largest city in Niger, is expected to more than double its population between 2020 and 2035, growing from about a half-million to over 1 million residents.

The implications of this tremendous growth for people, communities, economies, and the environment are extraordinary, made even more complex by the impacts of climate change and climate migration.

A recent collaboration between the Lincoln Institute of Land Policy and Challenge Works investigated ways to support effective land use planning, infrastructure investments, land-based financing, and disaster resilience in rapidly growing intermediary cities in Africa. We used a mixed-methods approach that synthesizes literature reviews, interviews with urban policy experts and city officials, and specialist workshops.

We explored:

• the main goals of intermediary cities in Africa when it comes to managing growth;
• the barriers preventing such cities from using data-driven planning, mapping, and land-based financing tools; and
• how a challenge prize could accelerate the creation and scaling of such tools.

Below, we summarize some of the things we learned, and how we plan to take the idea of a challenge prize forward.

Growth is not inherently bad—but can have unintended consequences if not managed.

Often, with population growth comes economic opportunity and improved quality of life. More and better jobs, more economic mobility, and better access to health care, education, and sanitation are among the benefits of population growth.

However, we wanted to dig into questions of land use and infrastructure development knowing that:

• climate vulnerability risks are highest in rapidly growing cities;
• climate change will disproportionately impact people in rapidly urbanizing countries, particularly groups that are already vulnerable;
• the cost of retrofitting infrastructure in informal settlements is three times more expensive than new infrastructure development; and
• with two-thirds of African cities yet to be built, a small window of opportunity exists to make the necessary investments to support future growth patterns based on sustainable and equitable development principles.

Land use planning in intermediary cities is critical to creating more sustainable futures.

In speaking with city leaders and experts within government, NGOs, and industry working in this space, we learned that land use planning has different inputs, outputs, and outcomes. When these are integrated, a virtuous cycle can occur:

• cities can use evidence and insights to inform plans and policies;
• evidence-based, implementable plans that are created with input from diverse stakeholders are more likely to be enforced and lead to better outcomes; and
• this increases the level of trust and evidence available to inform new plans and policies.

The enabling ecosystem—which includes elements like institutional capacity to develop and implement plans, political dynamics, human capacity and skills, funding, cultural norms, and more—also plays an important role in creating and implementing land use plans (or conversely, limiting or obstructing progress).

We also learned that the loop can become ineffective for a number of reasons, which are generally attributed to two primary gaps: first, when effective, evidence-based land use plans are not created, due to organizational barriers (things like internal government silos or lack of planning capacity), political and economic barriers (things like political cycles and competition for resources), and technical barriers (such as lack of quality, up-to-date data); and second, when completed land use plans are not implemented, again due to organizational barriers (like complex land tenure), political and economic barriers (limited authority or resource to implement plans), and technical barriers (lack of local buy-in or weak enforcement powers).

Innovation has the potential to both address pain points within those gaps and strengthen the enabling ecosystem.

For example, we’ve identified city-specific use cases to create context-sensitive solutions that use data analytics to better plan for future mobility needs and transport infrastructure, or to better predict climate risk vulnerabilities and therefore inform land use regulations; apply crowdsourced data and citizen-sensing techniques to create and implement inclusive, equitable land use plans; or examine and collate property registration and valuations to bolster municipal finances and the use of land-based financial tools.

At the ecosystem level, creating new tools or adapting tools to the local context can help organizations leapfrog over traditional planning systems and catalyze new practices, and bring together government agencies or organizations that would not normally collaborate.

Tech solutions can help—but need to be paired with institutional enablers.

While our investigations confirmed the exciting potential for data-driven, digital technologies to help city leaders reduce risk and make more informed decisions, we also learned that new data collection and analysis tools are only as good as the planning and implementation processes they inform. Data-driven tools need to be developed in ways that are people-centered, inclusive, and fair, and are ineffective if they aren’t supported by an enabling ecosystem to implement and update effective plans.

Solutions that pair technical innovation with institutional innovation will enable intermediary cities in Africa to pioneer methods to manage growth in ways that are contextually appropriate and don’t yet exist.

A challenge prize can help spark and scale up solutions.

We propose to run an open innovation challenge in partnership with rapidly growing African intermediary cities. Such a challenge would invite innovators to create, test, and scale solutions to manage rapid growth. The challenge structure is based on partnering with cities to create an open call to innovators, oriented around a specific city use case, which will then work closely with city stakeholders to create custom, locally relevant solutions.

The challenge will include these fundamental features:

• Centering the challenge around opportunities cities want to address. Innovators will respond to challenge statements that reflect the goals cities want to achieve. This is different from, and complementary to, innovation funding approaches that focus on specific technologies or methods.
• Prioritizing scalable and replicable solutions. Our research revealed a number of promising innovations that are already being piloted and implemented in real-world settings. Despite this, scaling solutions remains a barrier. For instance, innovators who have the right data analytics solution may not have access to the permissions needed to test it in the real world, or the relationships to introduce it in places that need innovation. Local governments may not be prepared to adopt and maintain services. The challenge will be designed to address scaling barriers through seed funding, capacity-building, new business models, and access to customers, investors, and networks.
• Providing appropriate incentives and support for innovators to experiment and take risks. The outcome-based, stage-gated funding model of an innovation challenge means that innovators can experiment, while cities can benefit from crowding in a variety of ideas and expertise. Having access to both financial and nonfinancial support enables innovators to develop solutions in ways they might not be able to otherwise.
• Shaping and accelerating innovation in land use planning. By supporting multiple innovators working across multiple use cases and settings, the challenge can accelerate progress in the field of land use planning, as well as steer innovation in a direction more attuned to the needs of rapidly growing cities in low- and middle-income countries.

The time is now.

Africa is both the cradle of civilization and the world’s youngest continent, with half the population under the age of 19. The continent is also facing critical risks related to climate change and associated implications to disaster resilience, food and water security, energy supplies, and more. To ensure that future city growth in Africa is inclusive, equitable, sustainable, and resilient to changing conditions, we urgently need to take action now to accelerate and scale new models to manage growth. Our next steps are to assemble the partners to implement the next stage of the challenge. If you are interested in contributing, get in touch!

With sincere thanks to Stefan Chavez-Norgaard, Teodora Chis, Astrid Haas, Peter Oborn, and the many policy experts, development practitioners, city officials, tech innovators, and others who provided their insights and experiences to shape this program.

Lead image: City market street in Lagos, Nigeria, West Africa. Credit: peeterv via iStock/Getty Images Plus.

En el marco de la reciente convocatoria de investigación sobre políticas de suelo y desarrollo urbano en América Latina, el Instituto Lincoln de Políticas de Suelo se complace en anunciar los proyectos seleccionados para recibir apoyo financiero. Estas propuestas se destacan por su potencial de generar nuevos conocimientos sobre cómo las políticas de suelo pueden contribuir a la superación de desafíos sistémicos para el desarrollo sostenible en la región, tales como la asequibilidad de la vivienda, la equidad socioespacial, el mejoramiento integral de barrios informales, la autonomía fiscal de los municipios y la adaptación al cambio climático.

Adicionalmente, los proyectos seleccionados resaltan por su alta capacidad de incidir en debates de política pública vigentes en América Latina en temáticas de interés para el Instituto, incluyendo lecciones en la implementación de instrumentos de financiación en base al valor del suelo, políticas para reducir déficits cualitativos y cuantitativos de vivienda, y condiciones propicias para la incorporación de soluciones basadas en la naturaleza para la acción climática.

A continuación, se mencionan los proyectos y equipos de trabajo que reciben una comisión del Instituto Lincoln y que resultarán en informes científicos a presentarse en abril de 2025:

• María Mercedes Di Virgilio, Felipe Gonzalez, María Vitoria Boix, Nicolás Ferme y María Victoria Marco, todos integrantes del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), realizarán una medición de niveles de vivienda vacante y recomendaciones de políticas públicas en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Rosario, en Argentina.
• Ernesto Lopez-Morales, Luis Inostroza, Lien Rodríguez, Nicolás Herrera y Vicente Mosso investigarán aumentos de valor de suelo generados por proyectos de infraestructura azul-verde y la provisión de servicios ecosistémicos en la región de Patagonia, Chile.
• Aurora Echavarria y Paavo Monkkonen generarán una base de datos de tasas del impuesto predial aplicadas en más de 200 municipios de México, para evaluarlas contra niveles de progresividad y de cumplimiento en pagos, así como su relación con costos fiscales por exenciones y frecuencia de estimaciones de la base gravable.
• Ciro Biderman y Luis Antonio Fantozzi Alvarez evaluarán variaciones en cobros de derechos de edificabilidad y sus impactos en valores de suelo y edificios en São Paulo, Brasil.
• Pedro Abramo, Adriana Hurtado, Juan Cabrera, Denisse Brikman, María Mercedes Di Virgilio y Julia Queiroz realizarán un estudio comparativo de procesos de densificación en áreas de origen informal en cinco países—Bolivia, Perú, Colombia, Argentina y Brasil—con el objetivo de identificar modelos de política pública para gestionar los procesos actuales de crecimiento vertical informal.
• Daniel Kozak, Demián Rotbart, Hayley Henderson, Mariana Giusti, Rodolfo Aradas y Esteban Otto Thomasz analizarán el costo-beneficio de un sistema urbano de drenaje sostenible, incluyendo su potencial como solución basada en la naturaleza y mecanismo de recuperación de plusvalías, en el municipio de General San Martín, Argentina.
• Oscar Eduardo Pérez Moreno, Catalina Hinestroza Gallego, Jean Carlo Figueroa Santamaría y Susana Aguilar Cuartas analizarán los marcos jurídicos e institucionales de instrumentos de recuperación de plusvalías para la financiación de acciones de resiliencia climática, con enfoque en el proyecto “Paisajes de Agua” del municipio Rionegro, Colombia.
• Ivo Gasic, Néstor Garza y Clemente Larraín realizarán una estimación de la tasa de variación general del precio del suelo de Santiago de Chile, con el objetivo de ser utilizada en investigaciones sobre estimaciones de plusvalías que genera la inversión pública en esta ciudad.
• Fernando Mello Franco, Alexandre Fontenelle-Weber, Giselle Mendonça Abreu, Joyce Reis Ferreira da Silva, Rafael Chasles y Bárbara Frutuoso explorarán la función socioambiental de azoteas en São Paulo, Brasil, generando una tipología en base a morfologías y usos.
• Beatriz Toribio, Gastón Gertner, y Guadalupe Dorna, compararán los efectos de obras para control de inundaciones en valores de propiedades en zonas de alto riesgo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Para conocer más acerca de esta y otras iniciativas de investigación del Instituto Lincoln en la región, visite nuestra página principal de oportunidades para investigaciones (en inglés) y nuestro repositorio de recursos relacionados con políticas de suelo en América Latina.

Luis Felipe Quintanilla es analista de políticas para el Instituto Lincoln de Políticas de Suelo.

Lead image: Casas en Buenos Aires, Argentina. Credit: Gustavo Enrique Cortez via iStock/Getty Images Plus.

Latin America and the Caribbean (LAC) is the most urbanized region in the developing world, with 81 percent of its population—539 million people—living in cities, according to UN-Habitat. While there are differences in urbanization patterns across the region—for example, countries in Central America are less urbanized, but experiencing one of the fastest urbanization rates in the world, while South America is already home to major cities—poverty and inequality have characterized this growth regionwide, leading to the creation of precarious settlements whose populations face multiple vulnerabilities. These settlements are the result of insufficient access to adequate housing and unjust distribution of wealth and opportunities. The resulting vulnerabilities get reinforced and magnified by external factors such as migration and climate change.

To reflect on and tackle these related challenges, the Lincoln Institute’s Program on Latin America and the Caribbean (LAC) and the Special Program for Urban and Regional Studies (SPURS) at the Massachusetts Institute of Technology (MIT) co-organized a one-day workshop in early 2024. This event was part of an emerging initiative led by the Lincoln Institute and MIT that seeks to foster a call to action and build a regional vision that addresses critical challenges and advocates for systemic change.

Rooted in the experiences of team members from both institutions who have worked on these issues in their respective countries—Lincoln Institute LAC Program Director Anaclaudia Rossbach (Brazil), SPURS fellow Agustina Rodriguez Biasone (Argentina), and SPURS fellow Carina Arvizu Machado (México)—the workshop was designed to bridge the gap between academia and practical experience. It was an opportunity, said SPURS program director Bish Sanyal, to “theorize from practice.”

The workshop explored the multifaceted challenges facing vulnerable territories in Latin America and the Caribbean. One in five individuals in the region (110 million people) live in informal settlements. These areas face conditions of poverty and social exclusion, marked by inadequate housing, poor public services, and limited access to urban infrastructure and green spaces. In addition, the region is particularly vulnerable to climate change and has experienced significant migration flows in the past decades. LAC hosts approximately 3 million migrants from other areas and about 11 million internal migrants. Drawing inspiration from four case studies, the workshop explored innovative and integrated approaches that are paving the way for sustainable development and systemic change.

The workshop brought together over 50 individuals from diverse backgrounds, spanning academia, government, nonprofit organizations, and more, with a slate of speakers that included over 20 experts from Latin America and the Caribbean. Among them were former government ministers, executive directors, and professors from institutions such as Oxfam Mexico, the Harvard University Graduate School of Design, Yale University, The New School, Columbia University, and more.

The real-world cases showcased innovative approaches to addressing urban challenges. From the Neighborhood Integration program in Buenos Aires led by María Migliore (former Buenos Aires minister of Human and Housing Development), to México’s Urban Improvement Program spearheaded by Martha Peña Ordóñez (current head of the planning unit of the Secretariat of Agrarian, Land, and Urban Development, SEDATU), passing by the Utopias project for rehabilitation of public spaces in Iztapalapa, Mexico City, implemented by Raúl Basulto (current head of Urban Development of Iztapalapa), and the Manzanas del Cuidado, or care blocks, championed by Maria-Mercedes Jaramillo (former Bogotá secretary of Planning). After participating in discussions about the challenges in the region and exploring the four case studies, attendees imagined and discussed integrated strategies for effective solutions. Participants engaged in lively debates, shared best practices, and explored ways to leverage interdisciplinary approaches for positive impact.

​

Participants also explored the relationships among interventions in informal settlements, city planning, and the broader urban system, reimagining the relationship between nature and cities. Rethinking planning scales and alternative territorial governance, such as through elements like water supply and management, was at the forefront of the discussions, especially on the panel about climate change, moderated by Amy Cotter, director of climate strategies at the Lincoln Institute. Looking back to move forward, the panelists and participants drew inspiration from the historical constitution of cities through migration, and past interventions in informal settlements.

The resounding commitment echoed among participants was a determination to forge a more equitable and sustainable future for urban communities in Latin America and the Caribbean. As Enrique Silva, chief program officer at the Lincoln Institute, mentioned, this workshop was a great opportunity to build upon similar events in the past, such as the 2018 symposium “Slums: New Visions for an Enduring Global Phenomenon,” held at the Harvard Graduate School of Design, and consolidate a more robust community of practice. The group agreed to continue this journey together, building bridges and creating lasting impact for the vulnerable territories of the region, forging new paths toward systemic change.

Key themes for future discussion based on the reflections at the workshop include:

1. Exploring further the links and interdependencies of informality and informal settlements with migration, climate change and inequality, and the implications and complication of political polarization in the region.
2. Connecting interventions in informal settlements to city planning, and the broader urban system.
3. Reimagining the relationship between nature and cities, considering and integrating indigenous communities and their concepts and practices.
4. Rethinking the scales of planning and alternative territorialities of governances, through alternative elements such as water.
5. Looking back to better move forward, including looking at indigenous knowledge, how migration has affected the growth and development of cities, and previous interventions around informal settlements.

This initiative was made possible thanks in part to a grant from MIT’s Office of Experiential Learning.

Carina Arvizu Machado is a 2024 SPURS fellow at MIT and former Cities Director for Mexico and Colombia at the World Resources Institute, Mexico. She is the former national deputy secretary of Urban Development and Housing for Mexico, sustainable urban mobility consultant for the Inter-American Development Bank, and chief of urban projects for Mexico City.

Lead image: Utopía Aculco, part of the Utopía series of 12 parks and public cultural and sports facilities in Mexico City’s Iztapalapa neighborhood. The name doubles as an acronym for Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social (Units of Transformation and Organization for Inclusion and Social Harmony). Credit: Government of Mexico City.