Topic: Mercados de Solo

Oportunidades de bolsas para estudantes graduados

2020 C. Lowell Harriss Dissertation Fellowship Program

Submission Deadline: March 16, 2020 at 6:00 PM

The Lincoln Institute's C. Lowell Harriss Dissertation Fellowship Program assists Ph.D. students, primarily at U.S. universities, whose research complements the Institute's interests in land and tax policy. The program provides an important link between the Institute's educational mission and its research objectives by supporting scholars early in their careers.

For information on present and previous fellowship recipients and projects, please visit C. Lowell Harriss Dissertation Fellows, Current and Past


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Submission Deadline
March 16, 2020 at 6:00 PM


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Un grupo de participantes en un curso del Instituto Lincoln usa sombreros naranjas y se reúne alrededor de un tablero de juego.

Hora de jugar

El aprendizaje activo da un giro cautivador a la enseñanza de la planificación urbana
Por Emma Zehner, Novembro 21, 2019

 

Carlos Morales-Schechinger sabía que estaba condenado. Era funcionario en el ministerio de desarrollo urbano de México, y se suponía que debía hablar en una conferencia en San Luis Potosí inmediatamente después de una mañana llena de compromisos y un almuerzo extenso. Ante la ola de bostezos que los alumnos no pretendían disimular, Morales tuvo que recurrir a su creatividad.

Sin pensarlo demasiado, decidió renunciar a la lección formal acerca de las políticas territoriales urbanas nacionales en México. En cambio, le pidió a un estudiante de las primeras filas si podía comprar la silla en la que estaba sentado, y le ofreció un billete que tenía en el bolsillo como forma de pago.

Luego de un poco de confusión inicial, el estudiante aceptó. Entonces, Morales empezó a subastar el lugar. Hablaba en voz baja para ilustrar la ventaja de la ubicación, y así aumentó la demanda. Pronto, los estudiantes estaban involucrados en su presentación y en el mueble, cuyo precio rápidamente se había tornado invaluable. Hacia el final de la sesión, valiéndose apenas de los objetos del salón de clase, había dado vida a los procesos que determinan el valor territorial y de densificación, así como a otros fenómenos relacionados con el tema de los mercados territoriales urbanos, tema de gran complejidad y, en general, tergiversado.

Eso fue hace 30 años. En las décadas que siguieron, el intento espontáneo de Morales por involucrar a los soñolientos estudiantes evolucionó en varios juegos educativos y se transformó en ellos, como un juego organizado de varios días llamado GIROS. GIROS, llamado así por el doble significado de “transacción” y “dar vueltas”, que captura la noción de las interdependencias de los mercados territoriales, fue diseñado por Martim Smolka, director del programa en América Latina y el Caribe del Instituto Lincoln de Políticas de Suelo, y mejorado con la ayuda de Morales, que hoy pertenece al cuerpo docente de dicho instituto. GIROS se jugó más de 150 veces e inspiró recursos derivados en gran parte de América Latina, además de en los Países Bajos, Taiwán, Ghana, Kenia, Filipinas y otros países. Los participantes han variado desde estudiantes de planificación urbana hasta funcionarios públicos de altos cargos.

GIROS requiere poca utilería. Smolka y Morales desarrollaron un juego de mesa básico con piezas divididas por color que se usan para mapear la evolución de una ciudad imaginaria. Los participantes se dividen en equipos y usan gorros para indicar roles como funcionarios de gobierno, organizaciones no gubernamentales, distintos tipos de ciudadanos y desarrolladores. Durante las primeras rondas, los jugadores (con “planes ocultos” asignados para simular la naturaleza oscura de los mercados territoriales) negocian y comercializan terrenos en un mercado con poca regulación. En la mitad de la jugada, el “gobierno” introduce normativas como zonas de alta densidad, que alteran la trayectoria del desarrollo de la ciudad. Cuando termina cada ronda o sucede un fenómeno teóricamente importante debido a una transacción, los estudiantes se quitan el gorro para debatir qué ocurrió y por qué.

Según las decisiones que toman los jugadores, el juego puede cobrar muchas formas. Pero siempre surgen dos moralejas, evidentes desde el origen del juego. La primera es que el valor territorial no es intrínseco, sino que se forma debido a factores como costos de transporte, reglamentaciones sobre el uso del suelo, tributación y otras condiciones externas. La segunda moraleja, que el Instituto Lincoln adopta por completo como parte de su labor actual de diseño educativo, es que los juegos son una parte de enorme importancia en la enseñanza de políticas del suelo.

GIROS es solo uno de los juegos educativos y herramientas interactivas del paquete del Instituto Lincoln, que crece cada vez más. Si bien estas herramientas se usan más que nada en los cursos del Instituto en América Latina, el aprendizaje activo tiene una función cada vez más grande en toda su oferta educativa. “En términos de diseño educativo más amplio, de verdad queremos cambiar el equilibrio de nuestros cursos presenciales, alejarlos de las presentaciones y las lecciones y acercarlos a las actividades de aprendizaje activo”, dijo Ge Vue, director asociado de Diseño educativo en el Instituto Lincoln. “El juego es un ejemplo de esto”.

Los juegos son una herramienta pedagógica única y útil por varios motivos, afirma Vue. Alientan a la acción, la interactividad y el pensamiento innovador de formas que no logran los enfoques tradicionales de clases. Vue enfatiza que los juegos tienen el potencial de enseñar no solo contenido, sino también habilidades de resolución de problemas más aplicables. Son una herramienta flexible; permiten a los estudiantes ofrecer comentarios y opiniones en tiempo real, y a los moderadores aportar sus propios conocimientos y orientación en el transcurso de la actividad.

Giovanni Pérez Macías, un abogado que jugó a GIROS por primera vez en 2007 como parte de un curso de tres meses sobre políticas del suelo del Instituto Lincoln en Panamá, reconoce que una de las fortalezas del juego es la capacidad del instructor de cambiar el rumbo que toma. “Si Carlos ve que un grupo necesita aprender sobre un tema específico sobre desarrollo urbano o políticas de suelo, puede orientar el juego [de modo que enseñe] ese tema”, dice.

En un video acerca del juego producido por la Universidad Erasmo de Róterdam, Morales explica que, cualquiera que sea el resultado, los estudiantes deben comprender su propia influencia. “Si ganas el juego, debes explicar por qué”, dijo. “Si no puedes [explicar por qué ganaste], pierdes puntos. La intención principal no es ganar ni perder, sino aprender”.

Enseñar con juegos

Los juegos populares que invitan a los jugadores a asumir la función de desarrollador o planificador urbano son una parte conocida del paisaje cultural. Elizabeth Magie, devota de Henry George, fue quien inventó Monopoly en 1903; luego, en los 30, lo compró Parker Brothers y lo transformó en el juego capitalista que todo el mundo conoce en la actualidad. Otros juegos digitales modernos mantuvieron viva la tradición, como SimCity, en el que los jugadores construyen y administran áreas urbanas, y Minecraft, que ubica a los jugadores en un paisaje no desarrollado con las herramientas que necesitan para construir ciudades y otras estructuras.

Estos juegos se superponen con el mundo de la planificación urbana y la influyen: “No estaría donde estoy hoy si no fuera por SimCity”, dijo un funcionario de la National Association of City Transportation Officials (Asociación Nacional de Funcionarios del Transporte Urbano) a Los Angeles Times en un artículo sobre el 30.º aniversario del juego (Roy 2019); pero no siempre reflejan las realidades del desarrollo urbano.

Por ejemplo, en el caso de Monopoly, Smolka apunta al hecho de que los valores territoriales no varían según la conducta de los jugadores, y lo usa como ejemplo de que el emblemático juego refuerza ideas equivocadas acerca de los mercados territoriales. Smolka explicó que la inspiración de GIROS vino, en parte, de un juego que se había concebido en Bogotá para enseñar principios de captura de valor territorial, pero que tenía este mismo problema: “Se pierde la parte más importante de la conversación. La racionalidad de los agentes debe afectar el uso y el valor territorial”.

Smolka no es el único con esta postura. En un artículo sobre juegos populares de construcción de ciudades, Bradley Bereitschaft, profesor adjunto de geografía de la Universidad de Nebraska, escribió: “las limitaciones e imprecisiones de estos juegos limitan su utilidad para comprender procesos urbanos complejos” (Bereitschaft 2016). De hecho, fue ese tipo de inquietud académica lo que llevó a desarrollar los llamados “juegos serios” a partir de los 60. Clark C. Abt, educador e ingeniero alemán, le dio un nombre a la tendencia emergente en su libro Serious Games (Juegos serios), de 1970. Escribió que estos juegos “tienen una finalidad educativa explícita y planeada con cuidado, y su principal objetivo no es la diversión. Esto no quiere decir que los juegos serios no sean entretenidos, o no deban serlo” (Abt 1970).

Muchos de los primeros juegos sobre planificación urbana fueron “producto de necesidades locales”, según indica Eszter Tóth, estudiante de doctorado en la Universidad HafenCity de Hamburgo, quien investiga el campo de la participación de los niños en la planificación urbana (Tóth 2015). Estos juegos, que suelen desarrollar las universidades a pedido de los municipios locales, se solían jugar solo un par de veces, y nunca se publicaban. Uno de los que sí tuvo más vida útil (y algunos lo citaron como el origen de los juegos de simulación, que imitan situaciones de la vida real) fue Metropolis. Richard Duke, profesor de la Universidad de Míchigan, diseñó esa simulación en 1966 para ayudar al Ayuntamiento de Lansing a superar un proceso presupuestario complejo.

Poco después, Alan Feldt, profesor de planificación urbana y regional en Cornell, quien luego sería uno de los colaboradores de Duke, diseñó un juego de mesa de planificación urbana con la finalidad específica de utilizarse en la educación superior. El Juego de Uso Territorial Comunitario (Community Land Use Game, CLUG) se centraba en un tablero con 196 cuadrados de 2,5 centímetros de lado. Durante 20 horas, cinco equipos formados por dos o tres estudiantes de sus cursos de grado y posgrado sobre planificación regional pretendían construir fábricas, tiendas y residencias en relación con transporte, recursos y servicios, con el objetivo de maximizar el valor territorial.

Un artículo de 1969 en Cornell Daily Sun acerca del juego de Feldt, que ya se había usado como auxiliar didáctico en México, Alemania, Israel e Inglaterra, opinó sobre la nueva tendencia: “Antes, jugar con bloques se veía como una conducta apropiada para niños de jardín, pero la teoría de la enseñanza moderna de hoy está transformando esos pasatiempos que antes eran infantiles en técnicas universitarias aceptadas”.

Por qué jugar es bueno para los planificadores

Paul Sandroni, economista y ahora profesor retirado de la Fundación Getulio Vargas de San Pablo, Brasil, quien ha colaborado con el Instituto Lincoln y desarrolló simuladores y juegos propios, cree que los juegos tienen una utilidad especial para enseñar a los planificadores urbanos.

En general, los planificadores urbanos toman decisiones, y un juego les da la oportunidad de practicar y jugar en un campo de intercambios; si quiero más de X, tendré menos de Y”, dijo Sandroni. “Los planificadores urbanos lidian con una ciudad entera, un organismo muy complejo. En otras profesiones, hay limitaciones porque se trabaja con temas más específicos, pero los juegos se pueden adaptar a cualquier situación que implique elegir distintas formas de resolver un problema”.

Se pueden enfrentar las mismas preguntas y los mismos problemas en tiempo real, aunque simplificados, que los que enfrentan los verdaderos encargados de tomar decisiones en su vida profesional”, dijo Pérez Macías.

El aspecto físico de los juegos como GIROS podría ser particularmente útil para los planificadores urbanos, quienes son más físicos por la naturaleza de su interés en el diseño del entorno construido, expresó Daphne Kenyon, miembro residente en el equipo de política impositiva del Instituto Lincoln. Kenyon ayudó a simplificar el juego en PLUS, un derivado condensado de GIROS, en la conferencia nacional de la Asociación Americana de Planificación (APA), en abril de 2019. Durante la sesión de la APA, los planificadores se movían entre sillas y mesas que representaban unidades de viviendas y terrenos. Al final de la primera ronda, cuando los jugadores que cumplían la función de desarrolladores produjeron de más para los ricos y de menos para los pobres debido a la falta de intervención del gobierno, un grupo de planificadores verdaderos vestidos como profesionales se reunió en el suelo para representar que no tenían un techo. Vue explica que la interacción física de los estudiantes con un juego o la creación de objetos nuevos ofrece más opciones para representar su forma de pensar y comunicar los motivos de sus acciones.

Los juegos de rol de GIROS también ayudan a los estudiantes a habitar perspectivas que, de otro modo, no verían, dice Kenyon, quien planea usar una versión condensada del juego en un curso sobre economía que enseña en la Universidad Brandeis. Kenyon cree que el juego podría enfrentarse a las suposiciones de algunos de sus alumnos, porque los obligaría a ver los desafíos que los desarrolladores en particular pueden afrontar en las situaciones de construcción de ciudades.

Los juegos del Instituto Lincoln también forman parte de una respuesta más grande a una tendencia persistente: muchos programas de maestrías de planificación urbana, tanto en los Estados Unidos como en América Latina, ofrecen poca capacitación o nula en economía urbana y tributación inmobiliaria en su plan de estudio principal. En cambio, se enfocan más estrechamente en el diseño urbano y la naturaleza física de las ciudades. Smolka y otras personas consideran a los juegos y otras técnicas de aprendizaje activo como una forma de llenar ese vacío. Según explicó Smolka: “GIROS está diseñado para enseñar al tipo de profesional reacio a las ecuaciones o fórmulas que determinan los fundamentos de los valores territoriales, y cómo las normas y regulaciones afectan a las ganancias públicas”.

En las últimas décadas, a medida que los municipios rechazaban cada vez más procesos de planificación verticales, los juegos serios se convirtieron en una herramienta cada vez más popular para ayudar en los procesos públicos y a los dirigentes a resolver situaciones reales con datos reales.

Play the City, una firma con base en Ámsterdam cuyo lema es “juegos serios para ciudades ingeniosas y sociales”, cree que los juegos tienen el potencial de reemplazar los formatos tradicionales de compromiso cívico. La empresa diseña juegos físicos a la medida de ciudades específicas que unen a las partes interesadas para tratar temas como viviendas asequibles, expansión urbana, cambio climático y diseño participativo. Play the City también se dedica a documentar juegos que mejoran la creación de ciudades, y mantiene una base de datos que incluye a GIROS.

El contexto latinoamericano

Hoy, el Instituto Lincoln utiliza GIROS y otros juegos principalmente en América Latina, donde se ofrece la mayoría de los cursos de la organización (centrados en mercados territoriales urbanos formales e informales, captura de valor territorial, proyectos de redesarrollo urbano y otros temas relacionados). Si bien algunos gobiernos locales de la región aceptaron la función de los juegos en el proceso de planificación, históricamente los académicos estuvieron menos dispuestos a usar juegos en los salones de clase universitarios.

Sandroni cree que esa indecisión se puede atribuir a falta de tiempo, financiación y exposición a estos auxiliares didácticos. Él comenzó a experimentar con el uso de juegos en el salón de clase en los 90. Notó que los estudiantes siempre jugaban a las cartas entre clases, entonces desarrolló dos juegos de cartas propios y los llevó al entorno formal de la clase. Dirige O Jogo da Economia Brasileira (Juego de la economía brasileña) desde 1999, un torneo nacional en el cual los estudiantes de economía de todo el país compiten y comprenden mejor los tipos de cambio, la inflación, la deuda externa y otros conceptos. Sandroni dijo que, al apoyar a los profesores y modelar el uso de juegos en las aulas, “el Instituto Lincoln realmente lidera el uso de juegos en educación en América Latina”.

Pérez Macías cree que la clave para cambiar la resistencia cultural a los juegos es ofrecer oportunidades profesionales de desarrollo, para que los profesores puedan experimentar los juegos por sí mismos. Al menos, así funcionó para él, dice. Luego de hacer el primer curso del Instituto Lincoln, en el que accedió a casi todos los juegos que se habían desarrollado hasta entonces, Pérez Macías comenzó a tomar cursos adicionales de ludificación, se convirtió en practicante de ludificación autoproclamado e incorporó derivados de GIROS a sus propios cursos. Hoy, usa una metodología llamada LEGO Serious Play, que se suele usar para facilitar reuniones y comunicación en entornos corporativos, que él adaptó como herramienta para enseñar temas urbanos, como diseño participativo, negociación y construcción de edificios entre las partes interesadas del sector.

Gislene Pereira, profesora de arquitectura y planificación urbana de la Universidad Federal de Paraná, quien vio GIROS por primera vez en 2009 en Caracas, dice que lo valoró porque permitía a los participantes “pensar con la lógica de cada uno de los agentes de la ciudad”, porque se ponían en su lugar. Desde entonces, ha ayudado a supervisar el desarrollo de una versión simplificada para usar en cursos con estudiantes de arquitectura y urbanismo, y en capacitaciones de concejales de políticas de suelo, impuestos e instrumentos no impositivos.

En América Latina el interés por los juegos creció, tendencia que se confirmó, al menos de forma anecdótica, en un curso de una semana organizado por el Instituto Lincoln en Guatemala a principios de 2019. El curso se centró en el uso de herramientas como juegos y tribunales, crucigramas y videos para enseñar temas de políticas y mercado territorial a planificadores urbanos (ver lateral). Como parte del proceso de inscripción, los solicitantes (de los cuales algunos habían ido a cursos anteriores del Instituto Lincoln) tuvieron que describir una herramienta que ya estuvieran usando en las aulas. De los 78 inscritos que recibió el Instituto, 34 indicaron que usaban algún tipo de juego en sus cursos, y otros citaron el uso de análisis de casos, simulaciones, videos y ejercicios teatrales.

Notamos mucho más interés del que pensábamos”, dijo Enrique Silva, director de Iniciativas Internacionales e Institucionales del Instituto Lincoln. “En Guatemala, vimos que hay público y disposición [para las herramientas de aprendizaje activo] y, lo que es más importante, demanda. Daba la sensación de que a las personas les encantaría involucrarse más”.

 


 

Aprendizaje activo en Lincoln 

Ge Vue, director asociado de Diseño Educativo en el Instituto Lincoln, dijo que alienta a quienes enseñan a pensar sobre aprendizaje activo, independientemente de la herramienta que usen: “Se pueden incluir instancias de aprendizaje activo en una simple puesta en situación en PowerPoint [tanto como] en un juego más elaborado que lleva varios días”. Además de los juegos como los que se describen en el artículo, el Instituto Lincoln utiliza varias herramientas de aprendizaje activo participativas y centradas en los estudiantes; por ejemplo:

Análisis de casos

Uno de los enfoques más nuevos en el aprendizaje activo es usar análisis de casos en el salón de clase. Por ejemplo, durante el último año, el Instituto Lincoln rediseñó una conferencia convencional sobre asociaciones públicas y privadas, y la convirtió en un análisis de caso que enseña sobre la financiación del parque Millennium de Chicago. Luego, el análisis de caso, que promueve el pensamiento crítico y la interacción, se usó en un curso educativo para ejecutivos sobre finanzas municipales, en colaboración con la Escuela Harris de Políticas Públicas de la Universidad de Chicago.

Tribunales/debates

Durante una sesión del tribunal del Instituto Lincoln, los participantes reciben una propuesta particular; la mitad del grupo debe realizar una investigación y argumentar a favor de la propuesta, y la otra mitad en contra. La actividad culmina con presentaciones, preguntas de otros alumnos del curso y el veredicto final de un “juez” designado previamente.

Producciones teatrales/videos

Palo Alto, un sistema económico es una sátira dramática sobre la economía política adaptada al contexto latinoamericano. Se basa en la producción teatral de 1934 The Shovelcrats: A Satire on the Illusional Theory of Political Economy (La palacracia: una sátira sobre la teoría ilusionista de la economía política), de la Fundación Schalkenbach, producida por el Teatro Vreve, con base en Colombia, para usar en los cursos del Instituto Lincoln. En los últimos años, los profesores entregaron a los estudiantes una nueva versión del guion que excluye la última escena, y les pidieron que escriban un final.

Dibujos animados

José K. Tastro y las directrices para el catastro territorial multifinalitario, producido por el Instituto Lincoln y el Ministerio de Ciudades de Brasil, representa situaciones comunes a las que se enfrentan los empleados del catastro municipal al implementar los sistemas de información territorial para suplir las necesidades de los sectores público y privado. Un segundo dibujo animado, Jacinto Bené Fício and the Property Tax (Jacinto Bené Fício y el tributo inmobiliario), cuenta la historia de dos ciudades: una con un sistema de tributos inmobiliarios bien desarrollado, y la otra con un sistema deficiente.

Crucigramas

El crucigrama se usa para ayudar a los estudiantes a repasar vocabulario y conceptos, y ofrece una alternativa menos intimidante a las técnicas de revisión basadas en simulacros. El nuevo crucigrama del Instituto Lincoln sobre mercados informales pide a los lectores que piensen en palabras basándose en pistas, como “quién carga con el peso de un cargo por valor territorial”.

 


 

Con vistas al futuro

El éxito de GIROS y otros juegos en América Latina abrió el camino para que el Instituto Lincoln piense con mayor estrategia y amplitud en su enfoque pedagógico. “Comenzamos con la idea de que, si la gente adquiere conocimientos y habilidades acerca de desafíos y temas globales urgentes, y cómo afrontarlos mediante las políticas de suelo, podrían tomar buenas decisiones, implementar buenos proyectos y usar mejor los recursos limitados para mejorar la calidad de vida de la comunidad”, explicó Vue. “Con los juegos, nos hicimos más explícitos acerca de las habilidades de pensamiento crítico como resolución de problemas, habilidades sociales como el trabajo en equipo y la colaboración, y conductas éticas de los distintos grupos de interés que son esenciales para sortear los desafíos locales y globales en el mundo real”.

Con vistas al futuro, Vue espera introducir enfoques de aprendizaje activo con mayor constancia en otras regiones en las que el Instituto Lincoln ofrece cursos, y alentar a los profesores a repensar el diseño de cursos, lecciones y presentaciones convencionales. El programa de Diseño Educativo del Instituto Lincoln está emprendiendo nuevos proyectos multimedios, como un análisis de caso sobre revitalización equitativa en Cleveland que se usará en cursos tan lejanos como Taiwán, y espera que muchas de sus herramientas estén disponibles en una plataforma de aprendizaje virtual.

Según cómo piensa el Instituto Lincoln sobre su enfoque educativo, el futuro podría no tratarse tanto sobre qué es novedoso, sino más bien sobre cómo los instructores pueden ser más efectivos al encarar un desafío persistente de aprendizaje”, dijo Vue. “El Instituto Lincoln opera en un escenario global porque los temas como el cambio climático cruzan las fronteras políticas y geográficas y requieren cambios en el pensamiento estratégico y las conductas éticas. Gracias a las experiencias de aprendizaje bien diseñadas, que logran que las personas colaboren, conversen, enseñen y aprendan con personas distintas a ellas, estas tienden a ser más humildes sobre lo que no saben, a estar más abiertas a perspectivas diferentes y más dispuestas a inspirarse y sentir el apoyo para actuar de forma global”. Los juegos serios representan un enfoque, pero para que el Instituto Lincoln acceda a un público diverso, Vue explica que debe expandir la paleta de estrategias de enseñanza.

De cierto modo, cree que el uso de juegos en el Instituto Lincoln es un experimento sobre aprendizaje activo en sí mismo y sobre sí mismo. “Espero que podamos mejorar los diseños actuales de nuestros juegos cada vez que los usemos”, dijo. “No me refiero a hacer cambios drásticos en las reglas, sino a garantizar que una variedad de participantes pueda aprender y triunfar. Solo porque diseñamos un juego, no significa que esté terminado”.

 


 

Emma Zehner es editora de comunicaciones y publicaciones en el Instituto Lincoln de Políticas de Suelo.

Fotografía: Los participantes en un curso del Instituto Lincoln de Políticas de Suelos en Santo Domingo, República Dominicana, juegan una ronda de GIROS. Crédito: Anne Hazel.

 


 

Referencias

Abt, Clark C. 1970. Serious Games. Nueva York, NY: Viking Press.

Bereitschaft, Bradley. 2016. “Gods of the City? Reflecting on City Building Games as an Early Introduction to Urban Systems.” Journal of Geography. 115 (2): 51–60. https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/00221341.2015.1070366.

Play the City. Base de datos de “Games for Cities”. http://gamesforcities.com/database/.

Roy, Jessica. 2019. “From Video Game to Day Job: How ‘SimCity’ Inspired a Generation of City Planners.” Los Angeles Times. 5 de marzo. https://www.latimes.com/business/technology/la-fi-tn-simcity-inspired-urban-planners-20190305-story.html.

Tóth, Eszter. 2014. “Potential of Games in the Field of Urban Planning.” En New Perspectives in Game Studies: Proceedings of the Central and Eastern European Game Studies Conference Brno 2014, ed. Tomáš Bártek, Jan Miškov, Jaroslav Švelch, 71–91. Brno, República Checa: Universidad Masaryk. https://www.researchgate.net/publication/311233864_Potential_of_Games_in_the_Field_of_Urban_Planning.

A group of participants in a Lincoln Institute course wear orange hats and gather around a game board. The hats say "M" for "middle class."

Game Time

Active Learning Puts a Spin on Urban Planning Education
By Emma Zehner, Outubro 7, 2019

 

Carlos Morales-Schechinger knew he was doomed. An official in Mexico’s ministry for urban development, he was slated to speak at a conference in San Luis Potosi immediately following a fully programmed morning and large lunch. With the students in front of him doing little to fight an onslaught of yawns, Morales had to get creative. 

On a whim, he decided to forgo his formal lecture on Mexico’s national urban land policy. Instead, he asked a student in the front of the room if he could buy the chair the student was sitting on, offering a bill from his pocket as payment.  

After some initial confusion, the student accepted. Morales then started auctioning off the seat. He spoke in a low voice to illustrate its locational advantage, increasing demand. Soon he had the students invested in both his presentation and that suddenly invaluable piece of furniture. By the end of the session, equipped only with standard classroom objects, he had brought to life the processes of land price determination, densification, and other phenomena related to the notoriously complex and often misrepresented topic of urban land markets.  

That was 30 years ago. Over the decades since, Morales’s spontaneous attempt to engage sleepy students has evolved into and informed a variety of educational games, including a multiday organized game called GIROS. Taking its name from the Spanish for both “transaction” and “turning around,” which captures the notion of the interdependencies of land markets, GIROS was designed by Martim Smolka, director of the program on Latin America and the Caribbean at the Lincoln Institute of Land Policy, and enhanced in collaboration with Morales, now a member of the Lincoln Institute’s teaching faculty. GIROS has been played well over 150 times and inspired spinoffs in most of Latin America, and in the Netherlands, Taiwan, Ghana, Kenya, the Philippines, and other countries. Participants have ranged from urban planning students to high-level public officials.  

GIROS requires few props. Smolka and Morales developed a basic game board with color-coded pieces used to map the evolution of an imaginary city. Participants divide into teams, wearing hats to indicate roles like government officials, NGOs, different classes of citizens, and developers. During the first rounds, players—assigned “hidden agendas” to simulate the opaque nature of land markets—negotiate and trade plots in a market with little regulation. Halfway through play, the “government” introduces regulations such as high-density zones, altering the city’s development trajectory. When each round concludes or when a theoretically significant phenomenon occurs as the result of a transaction, the students take off their hats to discuss what happened and why.  

Depending on the decisions players make, the game can take many forms. But at least two takeaways, evident since the game’s origins, always emerge. The first is that land value is not intrinsic, but is instead shaped by factors including transportation costs, land use regulations, taxation, and other externalities. The second takeaway, which the Lincoln Institute is fully embracing as part of its current instructional design work, is that games are a seriously important part of land policy education.  

GIROS is just one of the Lincoln Institute’s growing suite of educational games and interactive tools. While these tools are primarily used in the Institute’s courses in Latin America, active learning increasingly plays a role in all its educational offerings. “In terms of broader learning design, we really want to shift the balance of our in-person courses away from presentations and lectures and toward more active learning activities,” said Ge Vue, associate director of Learning Design at the Lincoln Institute. “The game is one example of this.”  

Games are a unique and useful pedagogical tool for a number of reasons, according to Vue. They encourage action, interactivity, and innovative thinking in ways that traditional classroom approaches don’t. Vue emphasizes that games have the potential to teach not just content, but also more applicable problem-solving skills. They are a flexible tool, allowing students to provide feedback and input in real time and facilitators to contribute their own knowledge and guidance along the way.  

Giovanni Pérez Macías, a lawyer who first played GIROS in 2007 as part of a three-month Lincoln Institute land policy course in Panama, sees the ability of the instructor to change the direction GIROS takes as one of this game’s strengths. “If Carlos sees that a certain group needs to learn a specific issue in urban development or land policy, he can lead the game [in a way that teaches] that issue,” he says.  

Whatever the outcome, Morales explained in a video about the game produced by Erasmus University Rotterdam, students must understand their own influence. “If you win the game, you have to explain why,” he said. “If you aren’t able [to explain why you won], you lose points. The main point is not winning or losing, it is learning.” 

Teaching with Games 

Popular games that invite players to take on the role of developer or city planner are a familiar part of the cultural landscape. Monopoly was created in 1903 by Henry George aficionado Elizabeth Magie, then bought by the Parker Brothers in the 1930s and transformed into the capitalist game known around the world today. More modern digital games like SimCity, in which players build and manage urban areas, and Minecraft, which places players in an undeveloped landscape with the tools they need to build cities and other structures, have kept the tradition going.  

These games overlap with and influence the urban planning world—“I wouldn’t be where I am today without SimCity,” an official with the National Association of City Transportation Officials told the Los Angeles Times for a 30th anniversary article on the game (Roy 2019)—but they don’t always reflect the realities of urban development.  

In the case of Monopoly, for instance, Smolka points to the fact that land values don’t vary with the behavior of the players as an example of how the iconic board game reinforces misconceptions about land markets. Smolka explained that part of the inspiration for GIROS came from a game that had been conceived in Bogotá to teach land value capture principles but suffered from this same problem: “You lose the most important part of the conversation. The rationality of the agents must affect land use and land values.”  

Smolka is not alone in his assessment. In an article on mainstream citybuilding games, Bradley Bereitschaft, assistant professor of geography at the University of Nebraska, wrote, “the limitations and inaccuracies of these games limit their utility in understanding complex urban processes” (Bereitschaft 2016). In fact, it was that type of academic unease that led to the development of so-called “serious games” beginning in the 1960s. Clark C. Abt, a German educator and engineer, put a name to the emerging trend in his 1970 book Serious Games. Such games, he wrote, “have an explicit and carefully thought-out educational purpose and are not intended to be played primarily for amusement. This does not mean that serious games are not, or should not be, entertaining” (Abt 1970).  

Many of the early urban planning games were “products of local needs,” according to Eszter Tóth, a PhD student at HafenCity University Hamberg who conducts research in the field of children’s participation in urban planning (Tóth 2015). Often developed by universities at the behest of local municipalities, these games were typically played only a couple of times and never published. One game that did have a longer shelf life—and has been cited by some as the origin of simulation gaming, which imitates real-life situations—was Metropolis. Richard Duke, a professor at the University of Michigan, designed that simulation in 1966 to help the Lansing City Council work through a complex budgeting process.   

Soon after, Alan Feldt, a professor of urban and regional planning at Cornell who would later become one of Duke’s collaborators, designed an urban planning board game specifically intended for use in higher education. The Community Land Use Game (CLUG) centered around a board with 196 one-inch squares. Over the course of 20 hours, five teams made up of two or three students each from his undergraduate and graduate regional planning courses aimed to build factories, stores, and residences in relation to transportation, resources, and utilities with the goal of maximizing land value.  

A 1969 Cornell Daily Sun article on Feldt’s game, which by then had been used as a teaching aid in Mexico, Germany, Israel, and England, weighed in on the new trend: “Playing with blocks used to be considered appropriate behavior for kindergarteners, but today’s modern teaching theory is turning such former juvenile pastimes into accepted university techniques.” 

Why Play Is Good for Planners 

Paulo Sandroni, an economist and now retired professor at the Getulio Vargas Foundation in São Paulo, Brazil, who has collaborated with the Lincoln Institute and developed simulators and games of his own, believes games are particularly useful for teaching urban planners.  

“Urban planners in general are decision makers, and a game gives them the opportunity to practice and to play in an arena of trade-offs; if I want more of X, I will have less of Y,” Sandroni said. “Urban planners deal with a whole city, a very complex organism. In other professions there are limitations because they deal with more specific subjects, but games can be adapted to any situation that requires choosing different ways to solve a problem.”  

“You can face in real time, even if simplified, the same questions and same problems that the real decision makers do in their professional lives,” Pérez Macías said.  

The physical aspect of games like GIROS may be particularly useful for urban planners, who are more physical by nature of their interest in the design of the built environment, said Daphne Kenyon, resident fellow in tax policy at the Lincoln Institute. Kenyon helped facilitate the play of PLUS, a condensed spinoff of GIROS, at the national American Planning Association conference in April 2019. Over the course of the APA session, planners moved between chairs and tables that represented housing units and plots of land. At the conclusion of the first round, when a lack of government intervention had led the players who were in the role of developers to overproduce for the rich and underproduce for the poor, a group of professionally dressed real-life planners huddled together on the floor in an effort to signify their homelessness. Vue explains that students’ physical interaction with a game or the creation of new objects provides more options to represent their thinking and communicate the reasoning behind their actions. 

Role-playing games like GIROS also help students inhabit perspectives they might not otherwise, says Kenyon, who plans to use a condensed version of the game in an economics course she teaches at Brandeis University. Kenyon thinks the game might challenge some of her students’ assumptions by forcing them to see the challenges that developers, in particular, can face in city-building scenarios.  

The Lincoln Institute’s games are also part of a larger response to a persistent trend: Many urban planning master’s programs, whether in the United States or Latin America, offer limited or no instruction in urban economics and property taxation as part of their core curriculum. Instead, they focus more narrowly on urban design and the physical nature of cities. Smolka and others see games and other active learning techniques as a way to fill this gap. As Smolka explained, “GIROS is designed to teach the kind of professional who is averse to equations or formulas the fundamentals of how land prices are determined and how norms and regulations affect public revenues.”  

In the past few decades, as municipalities have increasingly rejected top-down planning processes, serious games have become an increasingly popular tool to aid public processes and help leaders think through real scenarios with real data.  

Play the City, an Amsterdam-based firm whose tagline is “serious gaming for smart and social cities,” believes gaming has the potential to replace traditional formats of civic engagement. The company designs physical games tailored to specific cities that bring stakeholders together to address issues including affordable housing, urban expansion, climate change, and participatory design. Play the City is also committed to documenting games that improve city making, and maintains a database that includes GIROS.  

The Latin America Context  

The Lincoln Institute currently uses GIROS and other games primarily in Latin America, where the majority of the organization’s courses—which focus on formal and informal urban land markets, land value capture, urban redevelopment projects, and other related topics—are offered. While some local governments in the region have embraced the role of games in the planning process, academics have traditionally been less willing to use games in university classrooms.  

Sandroni thinks that hesitancy can be attributed to a lack of time, financing, and exposure to these teaching aids. He first started experimenting with using games in his classroom in the 1990s. He noticed that students were always playing cards between classes, so he developed two card games of his own, bringing them into the formal setting of the classroom. Since 1999, he has run O Jogo da Economia Brasileira (Game of the Brazilian Economy), a national tournament in which economics students from across the country compete and gain an understanding of exchange rates, inflation, foreign debt, and other concepts. By supporting teachers and modeling the use of games in the classroom, Sandroni said, “the Lincoln Institute is really pioneering the use of games in education in Latin America.”  

Pérez Macías thinks the key to changing the cultural resistance toward games is to provide professional development opportunities so teachers can experience the games for themselves. At least that’s how it worked for him, he said. After taking his first Lincoln Institute course, where he was exposed to most of the Institute’s games that had been developed to date, Pérez Macías started taking additional courses in gamification and became a self-described gamification practitioner, incorporating spinoffs of GIROS into his own courses. He is now using a methodology called LEGO Serious Play that is generally used to facilitate meetings and communication in corporate settings, but which Pérez Macías has adapted as a tool to teach urban issues, like participatory design and negotiation and agreement building between urban stakeholders.

Gislene Pereira, a professor in architecture and urban planning at the Federal University of Paraná who first saw GIROS in 2009 in Caracas, says she appreciated that it allowed participants “to think with the logic of each agent of the city”—literally wearing many hats. She has since helped to oversee the development of a simplified version for use in courses for architecture and urbanism students and in training for city councilors on land policies, tax, and non-tax instruments.  

The appetite for games has grown in Latin America, a trend that was confirmed, at least anecdotally, by a weeklong course put on by the Lincoln Institute in Guatemala in early 2019. The course focused on using tools like games and tribunals, crosswords, and videos to teach land market and policy issues to urban planners (see sidebar). As part of the application process, applicants—some of whom had attended Lincoln Institute courses in the past—had to describe a tool they were already using in their classrooms. Of the 78 applications the Institute received, 34 said they used some type of game in their courses, with others citing the use of case studies, simulations, videos, and theater assignments.  

“We are seeing much more interest than we thought,” said Enrique Silva, director of International and Institute-Wide Initiatives at the Lincoln Institute. “In Guatemala, we saw that there is an audience and a willingness [for active learning tools], and most importantly a demand. There was a sense that people would love to be more engaged.” 

Looking Ahead  

The success of GIROS and other games in Latin America has paved the way for the Lincoln Institute to think more strategically and broadly about its pedagogical approach. “We started by thinking that if people acquired knowledge and skills about pressing global challenges and issues and how to address them through land policy, they would make good choices, implement good projects, and make the best use of limited resources to improve the quality of life in the community,” Vue explained. “With games, we’ve become more explicit about critical thinking skills like problem solving, social skills like teamwork and collaboration, and ethical behavior of the different interest groups that are crucial to navigating local and global challenges in the real world.”  

Moving forward, Vue hopes to roll out active learning approaches more consistently in the other regions where the Lincoln Institute offers courses and to encourage faculty to rethink the design of conventional courses, lectures, and presentations. The Learning Design program at the Lincoln Institute is embarking on new multimedia projects, including a case study on equitable revitalization in Cleveland that will be used in courses as far afield as Taiwan, and hopes to make many of its tools available on an e-learning platform.  

“As the Lincoln Institute thinks about its educational approach, the future may be less about what’s new, and more about how instructors can be most effective at tackling a persistent learning challenge,” Vue said. “The Lincoln Institute operates on a global stage because issues like climate change cross political and geographical boundaries and require change in strategic thinking and ethical behaviors. Through well-designed learning experiences that get people to collaborate, converse, teach, and learn with others who are different from them, people tend to be more humbled about what they don’t know, more open to different perspectives, and more likely to be inspired and feel supported to act globally.” Serious games are one approach, but to reach a diverse audience, Vue explains the Lincoln Institute needs to expand its palette of teaching strategies.  

In a sense, he believes the Lincoln Institute’s use of games is an active learning experiment in and of itself. “I am hoping that we can improve the current designs of our games each time we use them,” Vue said. “It doesn’t mean you make a dramatic change in the rules, instead [it’s] around ensuring that a range of participants can learn and succeed. Just because we design a game, doesn’t mean it’s done.”

 


 

Active Learning at Lincoln 

Ge Vue, associate director of Learning Design at the Lincoln Institute, said he encourages those who teach to think about active learning no matter what tool they’re using: “You can insert instances of active learning in a simple scenario statement in a PowerPoint [just as you might] in a more elaborate, multiday game.” In addition to games such as those described in this article, the Lincoln Institute employs a variety of student-centered, participatory active learning tools, including:  

Case Studies  

One of the Lincoln Institute’s newer active learning approaches is the use of case studies in the classroom. Over the past year, for example, the Lincoln Institute redesigned a conventional lecture on public-private partnerships into a teaching case study on the financing of Millennium Park in Chicago. The case study, which prompts critical thinking and interaction, was then used in a municipal finance executive education course in collaboration with the University of Chicago Harris School of Public Policy.  

Tribunals/Debates  

During a Lincoln Institute tribunal session, participants are given a particular proposition, with half of the group required to conduct research and argue in favor, and the other half against. The activity culminates with presentations, questions from other students in the course, and the final verdict of a pre-assigned “judge.” 

Theater Productions/Videos  

Palo Alto: Un Sistema Economica is a dramatic satire on political economy adapted to the Latin American context. It is based on the 1934 theater production of The Shovelcrats: A Satire on the Illusional Theory of Political Economy by the Schalkenbach Foundation and produced by the Colombia-based Teatro Vreve for use in Lincoln Institute courses. In recent years, teachers have provided students with a version of the script that excludes the final scene, asking students to write an ending.

Cartoons  

Produced by the Lincoln Institute and Brazil’s Ministry of Cities, Jose K. Tastro y las Directrices para el Catastro Territorial Multifinalitario represents common situations faced by municipal cadaster employees as they implement land information systems to meet the needs of the public and private sectors. A second cartoon, Jacinto Bené Fício and the Property Tax, tells the story of two cities, one with a well developed property tax system and the other with a poorly developed system. 

Crossword Puzzles  

The crossword puzzle, un juego de palabras, is used to help students review vocabulary and concepts and offers a less intimidating alternative to drill-based review techniques. The Lincoln Institute’s new crossword puzzle on informal markets asks readers to come up with words based on clues such as “who bears the burden of a charge to land values.”

 


 

Emma Zehner is communications and publications editor at the Lincoln Institute.

Photograph: Participants in a Lincoln Institute course in Santa Domingo, Dominican Republic, play a round of GIROS. The teams wear hats to indicate their roles. Credit: Anne Hazel.

 


 

References 

Abt, Clark C. 1970. Serious Games. New York, NY: Viking Press.  

Bereitschaft, Bradley. 2016. “Gods of the City? Reflecting on City Building Games as an Early Introduction to Urban Systems.” Journal of Geography. 115 (2): 51–60. https:// www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/00221341.2015.1070366.  

Play the City. “Games for Cities Database.” http://gamesforcities.com/database/.  

Roy, Jessica. 2019. “From Video Game to Day Job: How ‘SimCity’ Inspired a Generation of City Planners.” Los Angeles Times. March 5. http://gamesforcities.com/database/http://gamesforcities.com/database/.  

Tóth, Eszter. 2014. “Potential of Games in the Field of Urban Planning.” In New Perspectives in Game Studies: Proceedings of the Central and Eastern European Game Studies Conference Brno 2014, ed. Tomáš Bártek, Jan Miškov, Jaroslav Švelch, 71–91. Brno, Czech Republic: Masaryk University. https://www.researchgate.net/publication/311233864_Potential_of_Games_in_the_ Field_of_Urban_Planning.

Oportunidades de bolsas

Postdoctoral Fellows at Peking University-Lincoln Institute Center for Urban Development and Land Policy

Submission Deadline: November 15, 2019 at 11:59 PM

The Peking University-Lincoln Institute Center for Urban Development and Land Policy (PLC) was founded jointly by Peking University (PKU) and Lincoln Institute of Land Policy in 2007. Located on the campus of PKU in Beijing, the PLC is a research and educational institution and a policy think-tank. The PLC brings together scholars in related fields from China and abroad to carry out comprehensive, interdisciplinary, data-based empirical analysis and policy research.

The PLC is now accepting applications for two two-year postdoctoral fellow positions. The application deadline is November 15, 2019.


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Submission Deadline
November 15, 2019 at 11:59 PM


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Keywords

Preservação, Meio Ambiente, Habitação, Uso do Solo, Finanças Públicas, Políticas Públicas, Desenvolvimento Urbano

Course

Distribución de Cargas y Beneficios en la Aplicación de Reajuste de Terrenos

Outubro 14, 2019 - Novembro 15, 2019

Free, offered in espanhol


Descripción

El curso es de carácter práctico y está centrado en un ejercicio que realizará cada estudiante para calcular los precios del suelo en un proyecto de desarrollo o de revitalización, derivados de las normas de uso y edificabilidad (aprovechamientos urbanísticos), y de la estimación de los costos de urbanización (cargas u obligaciones urbanísticas).

Se identificará la forma de valorar los terrenos, la forma de pagar a los propietarios aportantes, y de financiar total o parcialmente los costos de urbanización. Se tendrá como referencia casos concretos de reajuste de terrenos en ciudades colombianas para ilustrar los sistemas de reparto equitativo de cargas y beneficios.

Relevancia

El  reajuste   de  terrenos es  un  instrumento que  resuelve algunos problemas presentes en los procesos de desarrollo urbano: la subdivisión de la tierra y la desigual asignación de los beneficios derivados de los índices o coeficientes de edificabilidad, y de los usos del suelo a través de las normas o planes urbanísticos. Esta inequidad se produce entre los propietarios privados de suelo involucrados en un proyecto urban,o y entre éstos y la colectividad. También es una herramienta eficaz para resolver el problema de la falta de recursos para financiar los costos de urbanización y la obtención de suelo para uso público y para proyectos de vivienda social.

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Details

Date
Outubro 14, 2019 - Novembro 15, 2019
Application Period
Julho 17, 2019 - Agosto 14, 2019
Selection Notification Date
Setembro 27, 2019 at 6:00 PM
Language
espanhol
Cost
Free
Registration Fee
Free
Educational Credit Type
Lincoln Institute certificate

Keywords

Avaliação, Estimativa, Fundos Imobiliários Comunitários, Associações de Proprietários de Habitação, Habitação, Infraestrutura, Regulação dos Mercados Fundiários, Fundo Fundiária, Planejamento de Uso do Solo, Valor da Terra, Reutilização do Solo Urbano, Desenvolvimento Urbano, Regeneração Urbana, Valoração, Recuperação de Mais-Valias

Course

Tierra Vacante, Ciudad Compacta y Sustentabilidad

Outubro 14, 2019 - Novembro 15, 2019

Free, offered in espanhol


Descripción

Se ofrecerá una aproximación al concepto de tierra vacante en un contexto urbano metropolitano. Se hará desde distintas perspectivas con el propósito de comprender su utilización histórica en América Latina, así como de la mano de los instrumentos legales que facilitan o restringen su utilización y la relación entre sus políticas, el desarrollo urbano y ambiental, y la política tributaria. 

También se analizará cómo la gestión de tierra vacante permite avanzar hacia una ciudad más compacta y sustentable con beneficio para la población de más bajos recursos, y se tratarán ejemplos concretos en ciudades de la región con respecto a las políticas implementadas.con los problemas que han enfrentado y las potencialidades que pudieron explotarse.

Relevancia

En los últimos años, la Tierra Vacante en Latinoamérica ha adquirido una importancia fundamental en la definición de políticas de suelo, vivienda y desarrollo urbano sustentable desde el punto de vista económico, social y ambiental. Por ejemplo, en México y Brasil se han realizado eventos internacionales cuyos resultados son insumos para la definición de políticas a nivel local y nacional.

En Argentina se han llevado a cabo programas de vivienda a nivel nacional sobre tierra vacante “disponible” y, en algunos casos, la falta de ella ha resultado en altos costos para adquirirla y desarrollar dichos programas. Asimismo, en Panamá ha dado lugar al desarrollo urbano en terrenos que habían quedado sin uso tras la devolución de tierras por parte de Estados Unidos al gobierno panameño.

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Details

Date
Outubro 14, 2019 - Novembro 15, 2019
Application Period
Julho 17, 2019 - Agosto 14, 2019
Selection Notification Date
Setembro 27, 2019 at 6:00 PM
Language
espanhol
Cost
Free
Registration Fee
Free
Educational Credit Type
Lincoln Institute certificate

Keywords

Cadastro, Mitigação Climática, Meio Ambiente, Controles de Crescimento, Habitação, Banco de Terras, Regulação dos Mercados Fundiários, Especulação Fundiário, Uso do Solo, Planejamento de Uso do Solo, Governo Local, Políticas Públicas, Crescimento Inteligente, Urbano, Desenvolvimento Urbano, Espraiamento Urbano

Course

Planificación y Localización de la Vivienda Social en la Ciudad

Outubro 14, 2019 - Novembro 15, 2019

Free, offered in espanhol


Descripción

El curso analiza el  rol que  juegan los mercados  de suelo de las ciudades para explicar la existencia, permanencia y características de la informalidad y la vivienda de interés social (VIS), más allá del enfoque tradicional de insuficiencia de ingresos de las familias para adquirir una vivienda adecuada. Se aborda una mirada sobre la producción suelo asequible, el rol que tiene la planificación urbana en la mala localización de la vivienda social en América Latina, y las mejoras que se pueden aplicar a los instrumentos de planificación urbana actuales para dar solución al problema de la informalidad. Se evaluarán experiencias concretas de localización de la VIS en la ciudad con énfasis en el rol del estado municipal.

Relevancia

La disciplina del planeamiento urbano mantiene una deuda con la gestión y localización de suelo para la vivienda social. Revisar el papel de la planificación urbana en la localización de la VIS puede abrir un rango de acción desde la escala local, para aportar al desafío de generar suelo urbano servido, asequible y bien localizado.

América Latina ha enfrentado en las últimas décadas la carencia de acceso a la vivienda con diferentes programas de construcción masiva de viviendas de interés social. Se han desarrollado políticas basadas en el subsidio a la demanda, así como otras apoyadas en el financiamiento de la oferta, aunque la mayoría de las viviendas sociales continúa localizándose en la periferia de la ciudad, lo que genera una variedad de problemas para las familias que residen en ellas

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Details

Date
Outubro 14, 2019 - Novembro 15, 2019
Application Period
Julho 17, 2019 - Agosto 14, 2019
Selection Notification Date
Setembro 27, 2019 at 6:00 PM
Language
espanhol
Cost
Free
Registration Fee
Free
Educational Credit Type
Lincoln Institute certificate

Keywords

Expropriação, Favela, Habitação, Inequidade, Banco de Terras, Uso do Solo, Planejamento de Uso do Solo, Planejamento, Segregação, Recuperação de Mais-Valias, Zonificação

Course

Informalidad y Políticas de Regularización

Setembro 23, 2019 - Novembro 15, 2019

Free, offered in espanhol


Descripción

El curso reúne diferentes miradas sobre la informalidad con el propósito de ampliar la perspectiva crítica, tanto frente a la comprensión del problema, como a las formas de buscar soluciones. Se recorrerá una trayectoria desde lo conceptual a lo práctico, con aportes de disciplinas como la sociología, el urbanismo, la economía y el derecho.

Se analizará la relación causal entre informalidad y mercados de suelo y se revisarán prácticas comunes en la región. A través de dos estudios de caso se presentarán mecanismos alternativos de acceso al suelo servido, basados en la movilización de plusvalías para el financiamiento del desarrollo urbano.

Relevancia

El fenómeno de la informalidad urbana afecta a más de cien millones de personas en América Latina y la región no ha reaccionado positivamente a los programas de apoyo que se han aplicado en las últimas décadas. De aquí nace la necesidad de un abordaje interdisciplinario del problema y de cuestionar el rol de los mercados de suelo para explicar la existencia, permanencia y crecimiento de la informalidad, especialmente cuando tiene como consecuencia la segregación y exclusión de los habitantes más vulnerables de la ciudad.

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Details

Date
Setembro 23, 2019 - Novembro 15, 2019
Application Period
Julho 17, 2019 - Agosto 14, 2019
Selection Notification Date
Setembro 6, 2019 at 6:00 PM
Language
espanhol
Cost
Free
Registration Fee
Free
Educational Credit Type
Lincoln Institute certificate

Keywords

Favela, Mercados Fundiários Informais, Pobreza, Políticas Públicas, Segurança de Posse, Segregação, Favela, Partes Interessadas, Posse, Urbano, Melhoria Urbana e Regularização