La alcaldesa Sumbul Siddiqui inmigró a los Estados Unidos desde Karachi, Pakistán, a los dos años, junto con sus padres y su hermano gemelo. Creció en una vivienda asequible en Cambridge, Massachusetts, y se educó en escuelas públicas de la ciudad. Se graduó en la Universidad Brown y trabajó como miembro de AmeriCorps en New Profit, una organización sin fines de lucro dedicada a mejorar la movilidad social familiar. Tras graduarse de abogada en la Universidad Northwestern, regresó a Massachusetts y ejerció su profesión en Northeast Legal Aid para las ciudades posindustriales Lawrence, Lynn y Lowell. Fue electa concejala de la ciudad de Cambridge en 2017 y alcaldesa en 2020. Defiende a los residentes más vulnerables de la ciudad y lucha para crear viviendas asequibles, evitar el desplazamiento y promover el acceso equitativo a la educación. Durante la pandemia, aumentó el acceso a Internet para familias de bajos ingresos y ofreció pruebas gratuitas de COVID a todos los residentes de Cambridge. Su agenda incluye la promoción de calles, parques e infraestructura limpios y resistentes al cambio climático, en un intento por lograr que Cambridge sea una comunidad más equitativa y con mayor compromiso civil.
Hace poco, la alcaldesa Siddiqui habló con Anthony Flint para una serie de entrevistas con dirigentes de ciudades que tuvieron una función de particular importancia en los 75 años de historia del Instituto Lincoln. A continuación se presenta una transcripción editada de la entrevista. La versión completa está disponible en el pódcast Land Matters.
Anthony Flint: Cambridge está llamando mucho la atención este último tiempo debido a una nueva política que permite ciertos aumentos de altura y densidad en determinados lugares, si los proyectos son asequibles al 100 por ciento. ¿Nos puede contar sobre esa iniciativa y sobre cómo está evolucionando?
Sumbul Siddiqui: Aprobar la superposición de viviendas asequibles fue muy importante para mí y muchas personas del Concejo. Se propuso crear una zonificación superpuesta en toda la ciudad que admitiera desarrollos de vivienda totalmente asequibles con el fin de competir mejor con los de valor de mercado . . . el objetivo es tener desarrollos multifamiliares y de casas adosadas en zonas donde ahora no se admiten . . . En la ciudad, la brecha entre la gente de altos y bajos ingresos es cada vez mayor, y, además, siempre hablamos de la diversidad como valor y sobre cómo podemos mantenerla. Creo, y no soy la única, que lo esencial es crear opciones adicionales de viviendas asequibles para que más personas se puedan quedar en la ciudad. Hasta ahora, hemos visto a muchos desarrolladores de viviendas asequibles, como nuestra autoridad de la vivienda y otras sociedades de desarrollo comunitario, organizando reuniones comunitarias acerca de propuestas que, en ciertos casos, podrían añadir más de 100 unidades a las que ya iban a construir.
AF: Este tipo de cambios parecen permear hacia arriba a nivel local. Por ejemplo, recuerdo que Minneapolis prohibió la zonificación exclusivamente unifamiliar para que hubiera más viviendas multifamiliares en más lugares, y otras ciudades siguieron su ejemplo. ¿Es posible que otras ciudades adopten la superposición 100 por ciento asequible? ¿Había anticipado que podrían convertirse en modelo para otras ciudades?
SS: Sin dudas, creemos que puede ser un modelo. Sabemos que Somerville, una ciudad vecina, lo está investigando . . . Creo que todo es parte de la misión general de muchas ciudades: procurar ofrecer y crear más opciones de viviendas asequibles. Se trata de viviendas que puedan costear nuestros docentes, custodios, funcionarios públicos, letrados, quienes sean, para que puedan quedarse en la ciudad donde, quizás, crecieron, que debieron dejar y a la cual ahora quieren volver. Queremos que tengan esa oportunidad. Creo que aún hay mucha desigualdad en nuestra ciudad. Al haber crecido en viviendas asequibles en Cambridge . . . puedo afirmar que sin estas, yo no estaría aquí. Se trata de una iniciativa y una política importante, y espero que [sea] un modelo para otras ciudades del país.
AF: Hace ya varios años que Cambridge está en auge, y hubo muchos desarrollos residenciales más lujosos. ¿Nos puede contar sobre otras políticas que logren conservar más esa diversidad económica?
SS: En parte, alcanzamos esta disponibilidad de viviendas asequibles gracias al programa de viviendas inclusivas de la ciudad . . . conforme a estas cláusulas, los desarrollos de 10 unidades o más deben asignar el 20 por ciento de la superficie residencial a inquilinos de ingresos bajos y moderados, o compradores de ingresos moderados y medios. Así que fue una muy buena forma de crear viviendas cuando son tan buscadas en el mercado . . . cuanta más gente traigamos a la ciudad, más insaciable será la demanda de viviendas.
Otra cosa en la que nos queremos centrar es en cómo usamos las propiedades públicas de la ciudad y las ponemos a disposición para desarrollar viviendas . . . Hemos trabajado mucho en opciones de posesión de vivienda para la ciudad, y procuramos tener un programa sólido en el que los residentes puedan inscribirse . . . La conservación también es una parte importante de la política de asequibilidad. Este año, estuvimos trabajando en la asequibilidad de unas 500 unidades en North Cambridge, cerca de los edificios donde yo me crie, e invertimos . . . quizás más de US$ 15 millones, para ayudar a conservar estos edificios a precio de mercado. En esencia, son propiedades que pronto ya no podrán usarse. Es un poco técnico, pero hay muchas herramientas, y aún hay mucho por recorrer.
AF: ¿Cómo evidenció la pandemia las desigualdades y los problemas de justicia racial que parecen estar arraigados, de cierta forma, en los resultados económicos de la ciudad y la región?
SS: La pandemia puso en evidencia muchas diferencias estructurales . . . y vivimos en carne propia el impacto desproporcionado que tuvo la COVID en las comunidades de color. Resaltó problemas antiguos relacionados con la igualdad en la atención médica, y hemos visto que muchas familias de ingresos bajos no llegan a fin de mes. Una gran cantidad de gente perdió el empleo debido a la crisis de salud pública, pero aún debe pagar el alquiler y los servicios, y comprar comida para toda la familia. Muchos de los problemas que vimos durante la pandemia no son ninguna novedad, pero, como dije, ahora estas verdades dolorosas se ven incluso en nuestra ciudad . . . y ya no podemos hacer la vista gorda.
Debemos actuar mucho más rápido. Yo siempre uso el ejemplo de las escuelas que debieron cerrar. Enseguida entregamos computadoras portátiles y brindamos acceso a Internet a los estudiantes. [Antes de la pandemia,] sabíamos que no tenían Internet en casa, que no tenían computadora, pero pensábamos: “Bueno, vamos a analizarlo” . . . Tendríamos que haber hecho todo esto desde antes. Entonces creo que algo bueno de todo esto ha sido que pudimos hallar soluciones rápidamente . . . Podemos hacer que la ciudad sea más accesible y asequible, y de verdad debemos llamar la atención a las injusticias cuando las detectamos.
AF: También se puede decir que la pandemia presentó la oportunidad de tomar medidas relacionadas con la sostenibilidad, al reconfigurar el espacio público. ¿Podría hablar sobre eso, y otras formas en las que intentan reducir las emisiones de carbono y generar resiliencia?
SS: Es una parte del trabajo en la que están pasando muchas cosas, y sin embargo a veces da la sensación de que vamos muy lento, considerando lo que sabemos. Asumimos el compromiso de acelerar la transición a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en todos los edificios de la ciudad. Tenemos una meta de cero emisiones netas para 2050. Hay varios incentivos, regulaciones y diversos grupos de trabajo que investigan cómo obtener la totalidad de la electricidad para el municipio de fuentes renovables, cómo simplificar las labores existentes para ampliar el acceso a financiamiento de eficiencia energética y asistencia técnica.
Estamos revisando la norma de zonificación para asegurarnos de que [los estándares de] diseño sostenible exijan mayores niveles de construcción ecológica y eficiencia energética en obras nuevas y renovaciones importantes. Esta ciudad adora sus árboles, ¿no? Entonces siempre buscamos formas de preservarlos. Tenemos registrada una norma que protege los árboles, y en este mandato vamos a seguir reforzándola. Seguimos instalando estaciones de carga para vehículos eléctricos que son muy visibles en ubicaciones de acceso público. Hay . . . mucho ímpetu por incorporar infraestructura verde en parques urbanos, espacios abiertos y proyectos de reconstrucción de calles. Es un trabajo mancomunado.
AF: El Instituto Lincoln de Políticas de Suelo considera a Cambridge su hogar desde 1974, cuando David C. Lincoln, hijo del fundador, eligió como sede un lugar con universidades y organizaciones sin fines de lucro de renombre mundial. ¿Qué puede decir acerca de esta particularidad de Cambridge? Es decir, que tenga instituciones educativas, médicas y sin fines de lucro tan importantes para la comunidad.
SS: Creo que las universidades cumplen una función particularmente importante. Con la pandemia, he observado una colaboración muy importante entre instituciones educativas, organizaciones comunitarias, pequeñas empresas y residentes en labores que abordan las dificultades más urgentes . . . Broad Institute, de Harvard y MIT, en colaboración con el Departamento de Salud Pública de la ciudad de Cambridge, fue el primero del estado en ofrecer pruebas de COVID a residentes, empleados y todas las instituciones para personas mayores de la ciudad. En la actualidad, realizamos pruebas los siete días de la semana. Fue un resultado directo de esta colaboración, y de que estén aquí junto a nosotros. Ambas instituciones colaboraron con el fondo de socorro para catástrofes de la alcaldía . . . estábamos instalando un refugio de emergencia para personas sin hogar y todas las universidades colaboraron con fondos; ofrecieron subsidios de alquiler a sus inquilinos comerciales y gastronómicos; [y] hacen muchos aportes en las escuelas. Entonces, creo que este año, con el advenimiento de la pandemia, la asociación se fortaleció, y han sido fundamentales en el trabajo realizado en la ciudad. Son una gran parte de la comunidad . . . y han estado a la altura de las circunstancias cuando acudí a ellas.
Anthony Flint es miembro sénior del Instituto Lincoln y editor colaborador de Land Lines.
Fotografía: Sumbul Siddiqui fue elegido alcalde de Cambridge, Massachusetts, en 2020. Credit: Cortesía de Sumbul Siddiqui.
El curso explora las conexiones entre la planificación territorial, la gestión del suelo y las políticas para la producción de vivienda nueva de interés social; al tiempo que identifica obstáculos y plantea alternativas basadas en mecanismos de movilización de plusvalías. Se revisará el potencial de las políticas de suelo para mejorar el acceso al suelo y a la vivienda de los hogares de menores recursos, y las interacciones entre producción formal de vivienda e informalidad. En este contexto se presentará el panorama de los instrumentos de gestión del suelo que han sido utilizados en algunas ciudades latinoamericanas.
De esta manera, se espera que el estudiante comprenda la mutua relación entre políticas nacionales y territoriales de vivienda y políticas de suelo en relación con precios del suelo, con disponibilidad y acceso a suelo urbanizado y con la localización de la vivienda.
Relevancia
En las últimas décadas los gobiernos en América Latina han implementado políticas de vivienda social centradas en el diseño de dispositivos financieros, como el acceso al crédito, los subsidios directos o los incentivos al sector de la construcción. La gestión del suelo ha tenido un peso menor, por lo menos como componente explícito de esas políticas.
En muchos casos se ha asumido que es un problema que pueden resolver mejor los constructores privados y, en otros, las agencias públicas han recurrido a mecanismos convencionales de adquisición pública de suelo para desarrollar proyectos de mediana o gran escala. Estas políticas han privilegiado la construcción de vivienda social en zonas periféricas a pesar de sus efectos sociales, financieros y ambientales.
Amid rising home values, cities and states need to provide targeted relief to keep property taxes affordable while avoiding overly broad measures that could undermine the largest source of local revenue, a new report finds.
In the Policy Focus Report Property Tax Relief for Homeowners, Lincoln Institute scholars Adam Langley and Joan Youngman evaluate more than a dozen common tools for tax relief and explain how state and local policy makers can keep tax systems fair and fiscally sustainable. They recommend a mix of sound tax administration, highly targeted relief, and robust state funding.
“An approach that includes policies such as circuit breakers, deferrals, sound assessment and collection practices, and well-designed state aid formulas will promote a tax system that is fair and affordable for taxpayers while providing the revenue needed to maintain quality public services,” the authors write.
The report addresses a challenging aspect of the property tax: higher home values do not always equate to greater cash flow for homeowners. Thus, keeping tax bills stable is essential.
In an attempt to provide stability, states sometimes enact ineffective measures that destabilize state and local budgets, reduce the quality of public services, and deliver disproportionate benefits to wealthier homeowners. The most common among these are far-reaching limits on local tax rates, revenues, and taxable property values.
“All state-imposed tax limits reduce local control over budget decisions, and so diminish the capacity of local governments to respond to taxpayer preferences and changing circumstances,” Langley and Youngman write.
Instead, policy makers can employ targeted approaches that keep tax bills as stable as possible and provide relief to those who need it.
Regular and accurate assessment of property is critical. Without it, assessed values stay artificially low until they eventually spike after a long-delayed revaluation. Further, if property values increase faster than incomes, policy makers need to reduce tax rates accordingly to stabilize tax bills.
While sound assessment and rate-setting practices go a long way to prevent financial hardship, targeted tax relief is needed to support some homeowners, such as seniors with fixed incomes, people who have lost their jobs, or lower-income residents of gentrifying neighborhoods, whose property tax bills are still growing relative to their income.
Langley and Youngman recommend circuit breakers, which provide property tax relief to those whose tax bill exceeds a certain percentage of income—so named because they function like a switch that cuts off an electrical circuit when too much current flows. They also recommend deferrals, which delay taxes until the property changes hands, enabling homeowners or their heirs to use proceeds from the sale of the home to pay off the taxes. Finally, they recommend monthly payment options so that homeowners do not face a large bill once or twice per year.
While cities and towns can administer such programs, states play a critical role. They need to remove legal barriers that prevent local governments from effectively administering the property tax and provide robust aid to make up for gaps in real estate values among different cities and towns. Adequate state funding ensures that even low-wealth jurisdictions can provide quality local services at affordable tax rates.
“If policy makers are sincere about providing targeted property tax relief for homeowners that has the fewest unintended or spillover effects, they would benefit from serious study of the concepts and approaches presented in this report,” said Alan Dornfest, property tax bureau chief for the Idaho State Tax Commission. “It could not be more timely or more complete.”
In the face of a mounting housing affordability crisis exacerbated by the COVID-19 pandemic, a group of 20 organizations is urging the U.S. government to do more to make homes affordable to low- and moderate-income families. The Underserved Mortgage Markets Coalition is urging the U.S. Federal Housing Finance Agency (FHFA) to require Fannie Mae and Freddie Mac to improve their performance in serving families that cannot access traditional mortgage markets.
Fannie Mae and Freddie Mac—both government-sponsored providers of housing finance—are required to serve these sectors by a regulation known as Duty to Serve. In May, they submitted mandatory three-year plans for how they will comply with the regulation. The coalition is asking the FHFA to require substantial improvements to these plans this year before it approves them.
“Amid a housing affordability crisis that requires bold and aggressive action, Fannie Mae and Freddie Mac have set forth plans that fail to effectively reach those not served or not served well by the conventional mortgage market” the coalition’s members wrote in a letter to FHFA Acting Director Sandra L. Thompson.
The coalition urges FHFA to make regulatory changes to enable Duty to Serve to function as intended by providing Fannie Mae and Freddie Mac with the flexibility to reach underserved mortgage markets more effectively.
In addition, the coalition supports FHFA’s new initiative requiring Fannie Mae and Freddie Mac to create plans to reduce racial or ethnic homeownership gaps and reinvest in formerly redlined neighborhoods.
“Solving our housing affordability crisis requires multiple actions by all levels of government and the private sector, and an invigorated role for Fannie Mae and Freddie Mac is one of them,” said George W. “Mac” McCarthy, president of the Lincoln Institute. “The Underserved Mortgage Markets Coalition seeks to hold Fannie Mae and Freddie Mac accountable and uphold their founding purpose: to bring housing finance opportunities to American families not traditionally served by the private market.”
Along with advocating for stronger plans and regulations, the coalition will use a new tracking tool to closely monitor the performance of Fannie Mae and Freddie Mac related to Duty to Serve and racial equity. The coalition is also conducting in-depth research to compare the performance of Fannie Mae and Freddie Mac to the broader U.S. mortgage market, which will make it easier for outside experts and advocates to assess the extent to which they are serving their public mission and to inform policy makers going forward.
“The coalition seeks to work constructively with the FHFA, Fannie Mae, and Freddie Mac to meet the urgent needs of millions of Americans who are locked out of the opportunities that come with safe, stable, and affordable housing,” said Dr. Akilah Watkins, president and CEO of the Center for Community Progress, a member of the coalition.
The members of the Underserved Mortgage Markets Coalition include:
Image: Manufactured housing is one of three sectors that Fannie Mae and Freddie Mac must serve under federal law. Credit: Marje / E+ via Getty Images.
Curso
Housing Solutions Workshop
Octubre 25, 2021 - Noviembre 18, 2021
Free, ofrecido en inglés
SHARE
The lack of affordable, quality housing is a major threat to the quality of life and economic competitiveness of many of the nation’s small and midsize cities. The Housing Solutions Workshop is designed to help localities develop comprehensive and balanced housing strategies to better address affordability and other housing challenges.
Overview
Four cities or counties with populations between 50,000 and 500,000 will be selected to attend the Housing Solutions Workshop, which has been developed by the NYU Furman Center’s Housing Solutions Lab, Abt Associates, and the Lincoln Institute of Land Policy. Each delegation will consist of 5–6 members, including senior leaders from different departments and agencies in local government and external partners that are essential to the city’s housing strategy.
The workshop is intended for cities or counties that are in the early stages of developing a comprehensive and balanced local housing strategy. Participants will:
Share their local housing challenges and policies with other participating localities and Housing Solutions Lab facilitators to obtain feedback
Participate in small group discussions with peers from other localities to share ideas for how to optimize each agency’s policy toolkit
Identify options for strengthening local housing strategies and improving coordination across departments and agencies
Learn about ways to use data to assess housing needs and track progress
Learn ways to engage the community to address housing challenges and advance equity
There is no cost to cities or counties for participation in the Workshop.
Course Format
The Housing Solutions Workshop will include eight 90-to-120-minute virtual training sessions and be held from October 25 to November 18, 2021. Live online sessions will include a combination of group discussions and workshops designed to facilitate sharing among participating localities and to refine localities’ housing strategies. Outside of these sessions, participants are expected to complete assigned readings and watch short videos. In addition, individual sessions will be held with each locality with Housing Solutions Lab facilitators on topic(s) specific to each locality’s housing goals.