Visita con un becario

Proteger la biodiversidad de Puerto Rico

Por Jon Gorey, Septiembre 1, 2025

El Instituto Lincoln ofrece una variedad de oportunidades de becas para investigadores que se encuentran a principios y en mitad de sus carreras. En esta serie, hacemos un seguimiento de nuestros becarios para conocer más sobre su trabajo.

Fernando Lloveras San Miguel se ha desempeñado como director ejecutivo del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico durante más de dos décadas, y como presidente de su unidad Para La Naturaleza desde que se fundó en 2013. Con títulos en Economía y Geografía (Universidad de Dartmouth), Políticas Públicas (Universidad de Harvard) y Derecho (Universidad de Puerto Rico), Lloveras se desempeña con agilidad en los entornos naturales y legales.

En 2020, Lloveras recibió el premio y la beca Kingsbury Browne al Liderazgo en Conservación, que lleva el nombre del abogado de Boston y exmiembro del Instituto Lincoln cuyo trabajo condujo a la creación del Land Trust Alliance. En esta entrevista, que se editó por razones de longitud y claridad, Lloveras analiza lo que se necesitará para conservar el 33 por ciento de Puerto Rico para 2033, algunas de las estrategias únicas de financiamiento para la conservación que Para La Naturaleza está utilizando para lograr ese objetivo y el movimiento para reconocer los derechos inherentes de la naturaleza.

JON GOREY: ¿Cuál es el enfoque de su trabajo?

FERNANDO LLOVERAS SAN MIGUEL: Nuestro trabajo se centra en proporcionar a las islas de Puerto Rico la biodiversidad y los sistemas de vida necesarios para vivir una vida sostenible. En 2016, fijamos el objetivo de proteger el 33 por ciento de las islas para 2033, por lo que nuestro objetivo general es convertir a Puerto Rico en un organismo vivo y proporcionar ecosistemas saludables y sostenibles para todos.

Nos propusimos este objetivo y al año siguiente vino el huracán María, un huracán de categoría 5 que devastó toda la isla. Luego, tuvimos muchos problemas con nuestra fuente de financiamiento, y hemos tenido muchas políticas a favor del desarrollo en curso. Así que hemos enfrentado, y enfrentamos, una gran cantidad de desafíos. Pero en general, creo que pudimos superar algunos de ellos. Recientemente obtuvimos más fondos que nos permitirán hacer una mayor planificación a largo plazo y adquisiciones a largo plazo, y trabajar en la protección del suelo y la biodiversidad. Pudimos superar muchas dificultades, y creo que estamos en una buena posición, a pesar de que los desafíos siguen aumentando cada día.

JG: ¿En qué está trabajando ahora y en qué le interesaría trabajar a futuro?

FL: El año pasado trabajamos muy duro para elaborar un nuevo plan estratégico, así que acabamos de terminarlo y lo pusimos en práctica a fines del año pasado. Uno de los desafíos que pudimos superar fue el de las servidumbres de conservación. [En Puerto Rico] tenemos un límite en la cantidad de créditos fiscales disponibles y solíamos tener hasta USD 15 millones al año, pero luego se redujeron a USD 3 millones. Volvimos a tener USD 15 millones, así que logramos esa victoria en la legislatura aquí, y ahora tenemos capacidad para celebrar más servidumbres de conservación.

En términos de adquisiciones de suelo, tenemos muchos proyectos en proceso. Contamos con muchas propiedades que están en proceso de diligencia debida mediante la preparación de inventarios y mediciones. Documentamos la biodiversidad de manera muy sofisticada, utilizando una matriz de conservación del suelo, para definir qué parcelas son más importantes conservar.

Las zonas costeras son las de mayor riesgo y también son las más caras. Así que ese ha sido un gran desafío, porque Puerto Rico se desarrolló mucho alrededor de las áreas costeras. Hemos desconectado gran parte de las áreas marinas costeras y oceánicas de las montañas y los ríos. Resulta necesario crear más corredores como parte de nuestro plan Mapa 33. Tenemos dos, tal vez tres, áreas costeras muy importantes que son vitales, pero son extremadamente caras, así que estamos haciendo malabares para ver cómo podemos protegerlas.

Una imagen aérea del faro de Culebrita en Puerto Rico, una estructura de ladrillo con una costa verde curva y aguas azules del océano en el fondo.
Para la Naturaleza está trabajando para transformar el faro de Culebrita, construido a finales de 1800, en un centro de visitantes e investigación dedicado a la conservación. Crédito: Para la Naturaleza.

JG: ¿Existen diferencias legales o culturales que afecten la forma en que se usa o conserva el suelo en Puerto Rico respecto de los Estados Unidos continentales?

FL: Adoptamos en gran medida la mentalidad de expansión urbana descontrolada, el hecho de tener suburbios y centros comerciales en todas partes. Copiamos muchos patrones de desarrollo comercial de EUA en un lugar muy pequeño. Tenemos un territorio de solo 160 kilómetros por 56 kilómetros y 3 millones de personas viviendo aquí, por lo que la densidad poblacional es muy alta, lo que hace que el costo del suelo sea mayor. Y luego ocurre la expansión urbana descontrolada porque no tenemos un buen sistema de planificación del uso del suelo. La expansión urbana descontrolada y la construcción generan mucha desconexión entre los ecosistemas.

También tenemos algunos acuerdos especiales con el gobierno de Puerto Rico que no sé si otras ONG en los Estados Unidos pueden tener. Estamos autorizados por el Tesoro de Puerto Rico a emitir bonos libres de impuestos para financiar la conservación. Es decir que somos bastante únicos, porque Puerto Rico no está dentro de la jurisdicción fiscal de Estados Unidos, por lo que el Departamento del Tesoro en Puerto Rico tiende a tener más margen de acción.

JG: ¿Está buscando alguna otra estrategia innovadora para el financiamiento de la conservación?

FL: Somos una organización muy compleja y única en términos de financiamiento. Pudimos crear una dotación financiera que significó un cambio radical para nosotros. Nuestra dotación cubre casi el 70 por ciento de nuestros costos operativos, lo que nos da mucha estabilidad. Por lo general, recomiendo que las organizaciones comiencen a buscar cómo financiar al menos los costos operativos principales y básicos de manera más sostenible, por ejemplo, mediante una dotación, porque conozco la lucha que atraviesan muchas ONG para cubrir la nómina de pagos todos los meses. Es un estrés que agota a cualquiera. Hemos estado trabajando en este proyecto durante los últimos 30 a 40 años.

Dado que Puerto Rico tiene muchas comunidades de bajos ingresos, calificamos para lo que se llama un Nuevo Crédito Fiscal de Mercado, que es un crédito fiscal creado para incentivar la inversión en zonas de bajos ingresos. Por este motivo, implementamos ese mecanismo. También estamos haciendo un banco de mitigación que está a punto de comenzar y se espera que genere algunos ingresos.

JG: ¿Qué le gustaría que más personas comprendan respecto de la conservación del suelo y los ecosistemas naturales?

FL: Tenemos toda una unidad llamada unidad de Cultura Ecológica, que realmente está restaurando no solo la conciencia, sino la comprensión, de que somos parte de un ecosistema natural y que necesitamos convivir con otras especies.

Hacemos las cosas de manera automática, solo porque los números económicos cierran, pero nos estamos olvidando de todo el funcionamiento y los sistemas de vida de la isla. Por este motivo, realizamos mucho trabajo educativo, mucho trabajo de comunicación con los estudiantes. Tenemos campamentos de verano y diferentes tipos de programas para que las personas entiendan que sus decisiones son importantes.

Varios ciudadanos científicos participan en un proyecto del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico en una zona boscosa. En primer plano, una mujer con una mochila y una camisa celeste de manga larga le da la espalda a la cámara y señala algo a las otras personas.
Ciudadanos científicos participan en la iniciativa Mapa de la Vida de Para la Naturaleza. Crédito: Para la Naturaleza.

JG: ¿Hay algo sorprendente o inesperado que haya encontrado en su trabajo?

No totalmente inesperado, pero los huracanes, me refiero tanto a huracanes climáticos como a huracanes políticos. Vivimos grandes cambios en cuanto a la importancia de la naturaleza. Esos son los grandes cambios negativos que no se esperaban. En cuanto a lo positivo, como digo, hemos podido asegurar cierta estabilidad para el futuro. Así que eso ha sido muy positivo.

JG: En lo que respecta a su trabajo, ¿qué lo mantiene despierto por la noche? ¿Y qué le da esperanza?

FL: Tenemos la oportunidad de lograr [nuestro objetivo del 33 por ciento para 2033], pero necesitamos cambiar gran parte de la mentalidad de desarrollo que sigue estando muy arraigada. Quiero decir, están hablando de hacer un enorme complejo con cinco hoteles en una zona de 800 hectáreas. Esa es un poco la pesadilla por la noche, tener todos estos megaproyectos que no son en absoluto sensibles al medio ambiente, ya que destruirán 800 hectáreas de suelo. Es un impacto fuerte sobre nuestra isla. Entonces, eso es lo más importante, asegurarnos de que podamos cambiar nuestra mentalidad de desarrollo hacia un marco económico sostenible en lugar del marco de destrucción total que tenemos en este momento.

JG: ¿Qué ha estado leyendo últimamente?

FL: Bueno, hemos estado trabajando en un nuevo concepto. Uno de nuestros objetivos actuales es que se reconozcan los derechos inherentes de la naturaleza. Así que estamos trabajando con este movimiento, surgido de las comunidades indígenas, que sostiene que la naturaleza tiene sus propios derechos, es decir, no solo las leyes para proteger a las especies en peligro de extinción y demás, sino también leyes que otorgan a la naturaleza personalidad jurídica para poder demandar y protegerse a sí misma. Por lo tanto, es un enfoque diferente respecto de la protección legal, lograr que la naturaleza sea reconocida como un organismo vivo, sujeto de derechos legales.

Tendremos un panel de discusión sobre este tema en la Semana del Clima en Nueva York el próximo mes. Existe una organización, la Global Alliance for the Rights of Nature, que en su sitio web garn.org presenta mucha información sobre todos y cada uno de los países del mundo que han adoptado leyes o regulaciones de derechos de la naturaleza. Incluso en los Estados Unidos, existen bastantes ejemplos de tribus indígenas y otros estados que reconocieron algunos derechos de la naturaleza.


Jon Gorey es redactor del Instituto Lincoln de Políticas de Suelo.

Imagen principal: Fernando Lloveras San Miguel, director ejecutivo del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico y exbecario de Kingsbury Browne en el Instituto Lincoln. Crédito: Foto de cortesía.