Para miles de millones de personas, la calidad de vida depende de la capacidad de los gobiernos locales para suministrar servicios públicos e invertir para el futuro.

El gobierno local es tan fundamental para la vida diaria que muchas veces pasa desapercibido, como también ocurre con los sistemas tributarios que se usan para financiar los servicios públicos. Las excepciones son cuando hay un corte de luz en un hospital, se contamina el agua, hay migración de población y la economía urbana comienza a fallar.

En esos momentos, los titulares de los medios de comunicación, desde Detroit a Stockton, Flint y Puerto Rico destacan el alto impacto de la carga fiscal. En los EE.UU. se produjeron más de 200 quiebras municipales desde 1980, y esto es sólo la punta del iceberg, ya que los gobiernos locales de todo el mundo se esfuerzan silenciosamente por llegar a fin de mes.

Cómo financiar el futuro urbano: Un desafío invisible

Para explicarlo de forma sencilla: la salud fiscal municipal es la capacidad de los gobiernos locales para planificar, administrar y pagar por servicios e inversiones públicas críticas. Esta capacidad es cada vez más importante, a medida que las ciudades del mundo se enfrentan a un crecimiento rápido de la población y los gobiernos locales asumen responsabilidades cada vez más complejas.

Frecuentemente, las comunidades que confrontan los problemas más apremiantes son también las peor equipadas para resolverlos. Todos los niveles de gobierno tienen que planificar en forma coordinada para un futuro fundamentalmente urbano, en que las ciudades alberguen el 80 por ciento de la población mundial, generen un crecimiento económico sostenible y mantengan su resiliencia frente al cambio climático. A medida que abordamos estos desafíos, tenemos que preguntarnos: ¿Qué harán los gobiernos locales para financiar las ciudades que necesitamos?

El valor del suelo urbano

Las finanzas públicas locales son tan complejas como los sistemas urbanos que respaldan. Pero las ciudades tienen una profunda fuente de riqueza latente que frecuentemente desaprovechan: el suelo sobre el cual se aposentan. No hay lugar más obvio para ello que las áreas urbanas, donde las inversiones públicas en infraestructura y servicios permiten mayores densidades poblacionales, lo cual aumenta el valor del suelo por varios órdenes de magnitud.

A través del conocido impuesto a la propiedad, la recuperación de plusvalías y otras herramientas innovadoras de financiamiento basadas en el suelo, las municipalidades pueden aprovechar el aumento en el valor del suelo generado por las inversiones públicas para pagar por servicios públicos, invertir en infraestructura y financiar préstamos sostenibles.

​Planificación del uso del suelo para la salud fiscal

El uso del suelo y las finanzas públicas están íntimamente entrelazadas. Su planificación conjunta permite que los municipios puedan definir la calidad de la vida urbana y financiar los gastos públicos de manera sostenible. Para la preocupación de las autoridades públicas actuales, muchas ciudades tienen problemas fiscales debido a proyectos que fueron diseñados, financiados y ejecutados malamente hace ya muchas décadas. 

Por otro lado, la coordinación cuidadosa y el fortalecimiento de la planificación espacial y el financiamiento público crean un círculo virtuoso en el que las inversiones públicas suplen las necesidades de urbanización, elevan los valores del suelo y generan ingresos locales. Esto, a su vez, ayuda a las ciudades a financiar infraestructura pública y proporcionar servicios de maneras sostenibles.

El camino a Hábitat III

En 2016, el Instituto Lincoln y el Banco Mundial publicaron conjuntamente el Documento de unidad política sobre finanzas municipales y sistemas fiscales locales Habitat III para el Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-Habitat). Este documento reseña los problemas fiscales de muchas municipalidades alrededor del mundo y delinea un marco de recomendaciones políticas relacionadas con los siguientes componentes de finanzas municipales:

  • Reglas financieras del juego
  • Responsabilidades de erogaciones
  • Fuentes locales de ingresos
  • Gestión financiera
  • Préstamos municipales

Como miembro de esta unidad política, el Instituto Lincoln respalda la implementación de un nuevo temario urbano que fortalezca los sistemas fiscales locales y proporcione una base financiera sólida para el futuro urbano que necesitamos.

Campaña de salud pública (fiscal)

En 2015, el Instituto Lincoln lanzó una campaña de varios años de duración para promover la salud fiscal municipal. El objetivo es ayudar a los gobiernos locales a aumentar su capacidad para proporcionar bienes y servicios básicos, planificar para el futuro y escapar el ciclo de crisis recurrentes.

La campaña del Instituto incluye: movilizar la investigación transnacional; desarrollar herramientas comunitarias que permitan una mejor gestión y control fiscal dentro de los gobiernos municipales; y hacer participar al público, los académicos, el sector privado y los gestores de política a todos los niveles de gobierno.

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