Joan Elise Rechtin Lincoln
El Instituto Lincoln honra la memoria de Joan Elise Rechtin Lincoln, reconocida líder cívica y ceramista, cuyo compromiso hacia las artes y la educación continúa inspirando a todos los que la conocían. Joan falleció el 7 de marzo de 2016 a los 88 años de edad en su hogar en Paradise Valley, Arizona. Joan dejó a su esposo, David C. Lincoln, hijo del fundador del Instituto Lincoln, John C. Lincoln; sus cuatro hijos, Virginia Louise, Kathryn Jo, Carl Richard y James Robert; y seis nietos.
Líder de su municipio durante mucho tiempo, Joan, fue alcaldesa de Paradise Valley de 1984 a 1986 y prestó sus servicios en el concejo municipal durante 10 años. Además, fue promotora de las artes en calidad de funcionaria de la Sociedad Nacional de Artes y Letras, miembro del Consejo Nacional para la Educación en el Arte de la Cerámica y miembro del directorio del Museo Heard en Phoenix.
Consumada artista, Joan desarrolló su pasión de toda la vida por la cerámica en la universidad Scripps College en Claremont, California, donde obtuvo su título de grado en Historia del arte. Más tarde, perfeccionó su talento en la Universidad Estatal de Arizona, cursando una maestría en Artes con especialización en cerámica. Durante varios veranos, Joan participó en el programa de cerámica del Instituto Chautauqua, ubicado en la zona oeste de Nueva York, donde se ganó sumo aprecio como maestra y mentora. “Gran parte de las actividades de Joan estuvieron relacionadas con la cerámica, un arte que desarrollaba muy bien desde su infancia“, recuerda David Lincoln. “Mi esposa era una persona muy sociable y siempre se esforzaba por hacer lo correcto de la manera correcta, lo que marcó toda su vida. Fue un modelo para todos nosotros”.
Joan y David compartían la visión de que el comportamiento ético y la cooperación entre las distintas religiones solucionarían la mayoría de los grandes dilemas del mundo. Junto con otras personas, colaboraron en la fundación de la Universidad Claremont Lincoln, conocida por sus programas de capacitación innovadores, que reúnen a líderes y estudiantes para obtener perspectivas novedosas y desarrollar las habilidades necesarias para fomentar un cambio social positivo y significativo.
“Mi madre poseía un intelecto agudo y siempre nos desafiaba a hacer la pregunta correcta y a hacer lo correcto”, recuerda Kathryn Jo Lincoln, presidente de la Junta Directiva y gerente de inversiones del Instituto Lincoln. “También era muy amable y, de alguna manera, junto con mi padre, consiguió educar a cuatro hijos increíblemente diferentes, cada uno de los cuales, a su manera, somos reflejo de mi madre. La echaremos mucho de menos”.
Fotografía: Rhona Kasen